El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que la elevada participación de las mujeres en las cámaras legislativas de México demuestra que la equidad de género en la política de los países latinoamericanos es posible.
“Si en México fue posible, en Brasil también lo será”, afirmó el exlíder sindical, uno de los principales referentes de la izquierda latinoamericana y que citó a México como un ejemplo para la región en esta área.
El expresidente (2003-2010), que lidera todas las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales de octubre próximo en Brasil, afirmó que volvió “muy bien impresionado” del viaje que hizo a México la semana pasada al constatar la alta participación de las mujeres en la política.
“En este 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer), en que acabé de regresar de México, me impresionó mucho que en ese país latinoamericano hermano las mujeres ya son mayoría en los parlamentos, con 52 por ciento de los cupos en la Cámara Federal y en los parlamentos regionales”, aseguró el líder del Partido de los Trabajadores (PT) en sus redes sociales.
El dirigente progresista agregó que la participación de las mujeres en el Senado brasileño ya supera el 46 por ciento y que llega al 35 por ciento en los gobiernos regionales y al 24 por ciento en los municipales.
“Eso fue conquista de la lucha histórica de las mujeres mexicanas por tener oportunidad, voz y voto”, afirmó.
“Lo que México nos prueba es que es posible y necesaria la presencia de las mujeres en los espacios públicos de decisión y poder porque fortalece la democracia y garantiza la construcción de políticas públicas que responde a las necesidades de la mayoría de la población”, agregó.
La participación de la mujer en los legislativos mexicanos creció rápidamente en los últimos años si se tiene en cuenta que hasta 1991 solo era del 8.8 por ciento en la Cámara de Diputados y hasta el 2000 de 15.6 por ciento en el Senado.
Ese crecimiento fue posible, entre otros, por una ley de cuotas de género (60/40 por ciento) que México adoptó en 2008 para las candidaturas en las elecciones y para la composición de los grupos parlamentarios en las cámaras.
Pese a que Brasil tiene una legislación similar que prevé la presencia de mujeres en al menos 30 por ciento de las listas de candidatos de todos los partidos, su funcionamiento aún deja mucho que desear ya que su participación en el Congreso sigue siendo una de las menores del mundo.
Mientras que la participación de las mujeres en el Senado se mantuvo inalterado en el 16 por ciento entre las elecciones de 2014 y las de 2018, en la Cámara de Diputados avanzó ligeramente desde el 9.9 por ciento en 2014 hasta 15 por ciento en 2018.
En general, la representación de las mujeres en el Congreso brasileño tan solo creció del 10.77 por ciento en 2014 hasta el 15.15 por ciento en 2018.
Esos porcentajes aún mantienen a Brasil como uno de los países con menor representación femenina en el Legislativo en el mundo, pese a que las mujeres representan el 51 por ciento de la población brasileña y el 52.5 por ciento entre los 147.3 millones de personas aptas para votar.
En las elecciones municipales de 2020 únicamente fueron elegidas 658 mujeres como alcaldesas, lo que supone solo el 11,8 % de las ciudades del país.
