Imágenes aéreas capturaron la ola de destrucción que enfrenta la pequeña isla de La Palma, en Islas Canarias, tras la explosión del volcán Cumbre Vieja.
Campos, caminos, casas y piscinas, perdieron su forma y vibrantes colores habituales para volverse manchones negros y grises al quedar bajo la abundante lava que avanza indetenible.