En el Estado de México las mujeres representan 52.85 por ciento de los desplazamientos, según la Encuesta Origen Destino del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), no obstante resulta necesario mejorar la movilidad y la infraestructura para atender a este sector de la población, precisó Luisa Castorena, integrante de la Red de Movilidad Sostenible (Rememos).
El estudio señala que en total se hacen 34 millones 558 mil 217 viajes, de los cuales 18 millones 266 mil 739 son por parte del sector femenino y 47.32 por ciento son hacia el hogar; mientras que el segundo espacio más demandado es la escuela, con 13.09 por ciento.
Indica que los destinos consecuentes en relación a la demanda son comercios, oficinas, otra vivienda, servicios de salud, fábricas y otros no especificados.
Al respecto, Luisa Castorena indicó que a pesar de que hay más viajes realizados por mujeres, poco se ha hecho para el grupo. “Hay que partir de ser conscientes que por años ha sido invisibilidad la forma en la que las mujeres se mueven y cuáles son los motivos por los que se mueve, es decir, hemos planificado la movilidad en la ciudades entendiendo que los traslados son de un punto “A” a un punto “B” en horarios específicos realizados por una sola persona, generalmente hombres con vehículo”.
Expresó que esta lógica poco ha sido tomada en cuenta en la creación de las ciudades, ya que la infraestructura tampoco ha sido considerada para este propósito. “Lo que la perspectiva de género nos ha hecho ver es que las mujeres no nos movemos así, las mujeres nos movemos en viajes donde hacemos varias paradas, no sólo en un punto “A” a un punto “B”, generalmente estamos acompañadas porque las mujeres normalmente tienen el encargo de cuidar, de proteger a las instancias, algunas personas que tengan discapacidad de movilidad limitada en su círculo de convivencia limitada”.
Precisó que las jóvenes se ven orilladas a cambiar la forma de vestir de acuerdo con los lugares que van a visitar, así como tomar diversas rutas para llegar a sus destinos, esto por cuestiones de seguridad, estrategias que podrían ser mitigadas siempre y cuando el estado gestione infraestructura que abone a los desplazamientos a través de planes que atiendan estas necesidades de género.
“Una vez que identificamos estas desigualdades hay que trabajar en ellas, es súper importante, sobre todo gestionando la forma en la que diseñamos la movilidad. Pensar que la ciudades están hechas, el transporte público sin importar la forma de transporte que la persona elija”.
