Trasladan al Reclusorio Oriente a Diego Armando Helguera por tentativa de feminicidio

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CIUDAD DE MÉXICO .- Luego de que Diego Armando Helguera se entregó voluntariamente a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), ésta le cumplimentó la orden de aprehensión por el delito de tentativa de feminicidio contra “Polly” Olivares y Fernanda Cuadra, a quienes atropelló en la alcaldía Iztacalco, y fue trasladado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente; se espera que este sábado se realice la audiencia inicial del caso.

Luis Octavio Espinoza, del bufete Espinoza Martínez y Asociados, explicó a Proceso que la decisión de Diego de entregarse “fue totalmente personal y muy valiente”. Y destacó que nunca fue notificado en su domicilio por la FGJ local de la orden de aprehensión en su contra, como lo aseguró la autoridad.

“Diego, al saberse involucrado en estos hechos, no tenía certeza, nunca fue notificado por la Fiscalía para que compareciera. Él se entera por los medios, él tiene un domicilio fijo en la Ciudad de México. Jamás fue requerido y en esa inteligencia, una vez que se entera de esa circunstancia, él decide entregarse voluntariamente”, dijo.

El defensor del joven de 26 años agregó que estará en espera de que este sábado, el juez de control del Reclusorio Oriente que libró la orden de aprehensión anuncie la audiencia inicial y comience el proceso para resolver su situación jurídica.

Espinoza aclaró que el hecho de que Diego se haya entregado por su propia voluntad, “es una cuestión moral” y que no le significará ventajas para enfrentar el proceso por el delito que se le acusa.

“El juez de control, mañana tendrá una audiencia inicial en la que tendrá que resolver la situación jurídica dentro del plazo de 72 horas o 144 horas, según sea el caso. Una vez que conozcamos la imputación, Diego decidirá si va a declarar o a guardar silencio y en su caso, presentaremos los medios de prueba oportunos para su defensa”, insistió.

Luis Octavio Espinoza confió en que las autoridades del Sistema Penitenciario “serán pertinentes para brindarle (a Diego) la seguridad de vida dentro del centro penitenciario y desde luego las autoridades judiciales también tienen que tener esas precauciones debidas”.

Por lo pronto, el litigante dijo que no han tenido contacto con la familia de “Polly” Olivares y Fernanda Cuadra, debido a que “ni siquiera hemos tenido acceso a la carpeta de investigación. Eso va a ser hasta el día de mañana, cuando nos enteraremos ya de manera completa y correcta de las actuaciones que obran en la carpeta de investigación, y luego poder entablar comunicación con las dos víctimas de este lamentable hecho delictuoso y verificar entonces cuál va a ser la estrategia legal a seguir”.

Los hechos

La madrugada del pasado sábado 12 de junio, Diego asistió a una fiesta en la que, presuntamente consumió bebidas alcohólicas en exceso, lo que le generó vómito en varias partes de la casa. Por ese hecho, los dueños del domicilio le pidieron que se fuera. Ya en la calle, y de acuerdo con un video que se hizo viral en redes sociales, subió a su auto y atropelló a “Polly” y a Fernanda. A la primera la arrastró alrededor de 200 metros sin parar.

Las jóvenes de 26 y 31 años, respectivamente, permanecen hospitalizadas en los hospitales de Xoco y Balbuena en estado grave y con lesiones que, probablemente les dejarán secuelas de por vida. De hecho, familiares de “Polly” informaron que ella tuvo que ser conectada de nuevo a un respirador artificial.

El jueves, decenas de personas, entre amigos y familiares de “Polly” y Fernanda, marcharon del Antimonumento a la violencia contra la mujer al llamado “búnker” de la FGJ local. Ahí, exigieron a la fiscal Ernestina Godoy que se haga justicia en el caso y gritaron a coro “Diego, entrégate!”

Este viernes, Diego Helguera llegó a la sede central de la FGJCDMX alrededor de las 19:40. Bajó de un vehículo negro en compañía de su padre, Santiago Helguera, y su equipo de abogados y entró a las instalaciones para dirigirse al cuarto piso, al área de Mandamientos Judiciales.

Casi a la misma hora, el Instituto Nacional de Migración (NM) emitió una alerta migratoria para ubicarlo.

Alrededor de una hora después, tras ser revisado por un médico legista, salió de las instalaciones con las manos esposadas, rodeado de unos 15 elementos de la Policía de Investigación fuertemente armados y, en medio de decenas de fotógrafos y camarógrafos, subió a una camioneta de la PDI donde fue trasladado al Reclusorio Norte.

Dijo que estaba “tranquilo” y, en declaraciones exclusivas para Proceso, agregó: “Vengo por una cuestión legal que se imputa en mi contra. Ya lo demás lo dejo en manos de mis defensores y espero que sea un proceso Justo e imparcial“.