Enrique Yasser Pompeyo
Entre los militantes y simpatizantes del partido político Morena en Banderilla hay molestia e inconformidad.
La razón: la imposición de un candidato a la presidencia municipal, abanderado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), derivado de la coalición entre estos dos institutos junto con el Partido del Trabajo (PT), cuando habían dicho que la selección sería por medio de una encuesta.
Pero eso no es todo. De acuerdo con lo declarado por los cuatro aspirantes morenistas a precandidatos a la candidatura para la alcaldía que fueron excluidos, al PT se le asignó la sindicatura como parte de los acuerdos.
Ante lo que consideran como un “atropello”, dejan en claro que no le darán su apoyo al candidato del Verde. Así lo dijeron: “no vamos a entregar nuestro trabajo a ningún otro candidato que no sea de Morena”.
Dieron un dato preciso. En la pasada contienda electoral en el municipio, el partido Morena obtuvo 1,850 votos, lo que le permitió ocupar la regiduría primera, mientras que el PVEM sólo alcanzó 187 votos y el Partido del Trabajo también menos de doscientos.
Por eso no aceptan que al ser la segunda fuerza en el municipio, se le haya dado prioridad al PVEM y al PT.
La inconformidad también tiene que ver por el apoyo que reciben los aspirantes “consentidos” de la administración estatal.
“Hay situaciones vergonzosas, tienen todo, lonas, promoción; nos da vergüenza que se estén utilizando los recursos del estado, del gobierno para promover a los consentidos, algo contra lo que nuestro presidente de la República siempre ha luchado, el compadrazgo, el amiguismo y tal parece que se repite la misma historia”, expusieron.
Incluso, señalan que el delegado Esteban Ramírez Zepeta no ha dado la cara, ni la dará. “Es el preferido del gobierno y también fue impuesto”.
Por ello, le piden al dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo que intervenga para que se respeten los derechos partidistas. Además, exigen una encuesta y que se tome en cuenta a la base morenista, de otra forma, advierten, tomarán medidas drásticas.
Quienes controlan a Morena en la entidad repiten las mismas viejas prácticas que tanto critican de otros institutos políticos.
Como se observa, incurren en un error más, cuyas consecuencias se verán reflejadas en las urnas el próximo 6 de junio.
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