Un empleado de IMSS murió tras contagiarse de COVID-19, su trabajo era separar ropa sucia en la ropería de un hospital; su esposa denuncia que perdió la vida por presunta negligencia. Se trata de Juan Andrés Bravo Vargas, de 43 años de edad, quien era un hombre sano que trabajaba en el Hospital de Traumatología de Lomas Verdes del IMSS, en la ropería donde separaba y contaba ropa del área de infectología, denunció Carolina Barajas González, su viuda.
A 18 días de que murió su pareja, denunció en entrevista para el diario El Universal que Juan Andrés habría muerto por presunta negligencia al señalar que supuestamente trabajaba en un hospital de Tercer Nivel, de los mejores de México, en donde presentó de inicio síntomas como 39.5 grados de temperatura, el pasado viernes 6 de noviembre, por lo cual lo mandaron a su casa, con una receta escrita en una hoja para que se comprara medicamentos, cuando pudieron haberlo atendido y estabilizado en el propio hospital.
Agregó que lamentablemente, Juan Andrés enfrentó complicaciones y murió, y aunado a ello, su familia no tendrá los beneficios laborales que otorga el IMSS a sus empleados porque estaba a tres lugares de obtener su contrato definitivo o base, como auxiliar de limpieza, en donde obtenía una gratificación de 500 o 600 pesos, porque estaba en infectología, un área de riesgo. Al respecto, el IMSS informó al diario El Universal que revisa este caso y determinar si hubo negligencia médica y laboral.
