En el reporte financiero anual entregado a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC), Petróleos Mexicanos (Pemex) aceptó que el robo de combustible pone en riesgo las operaciones y finanzas de la empresa. Asimismo, reconoció que no está garantizado el éxito de las reformas promovidas por la actual administración.
Al respecto, el documento presentado a la SEC explica que el país “ha experimentado un periodo de incremento en la actividad criminal que puede afectar nuestras operaciones”. Añadió que la actividad criminal está relacionada principalmente con los cárteles del narcotráfico, así como de organizaciones relacionadas a ellos.
Pemex explicó a inversionistas de Estados Unidos que el mercado ilícito en el país ha experimentado un crecimiento en el robo y comercio de combustibles producidos por la empresa pese a las medidas adoptadas por el gobierno federal.
El documento subraya que “esas actividades, su posible escalada y la violencia asociadas a ellas, en un caso extremo, podrían tener un impacto negativo en nuestra condición financiera y en el resultado de nuestras operaciones“.
Asimismo, indica que el comercio ilegal de combustibles y la perforación de sus ductos ha provocado varias consecuencias negativas, incluyendo “explosiones, daños a la propiedad y al medio ambiente, lesiones y pérdidas de vidas, así como pérdidas de ingresos por el producto robado”.
En su informe, la petrolera comentó que tan solo el año pasado se detectaron 14 mil 910 tomas clandestinas de combustible y que existe el riesgo de que sus empleados participen en el comercio ilegal del mismo.
Por si esto no fuera suficiente, Pemex señaló que el nuevo gobierno, así como el Congreso, discuten reformas que podrían afectar las condiciones económicas de México, así como la industria del petróleo y el gas, por lo que actualmente es imposible predecir cómo los afectarán.
Entre los riesgos que enfrenta Pemex mencionó cuestiones como un mayor endeudamiento, el incremento de pasivos, una baja en su calificación crediticia, la volatilidad en el precio del gas natural y el petróleo crudo, un incremento en la competencia en el sector energético y la caída en las reservas de combustibles.
Finalmente, recordó que el robo de combustibles el año pasado alcanzó los 55 mil 900 barriles al día, lo que representó pérdidas por 39 mil 400 millones de pesos.
Con información de LDD