Xalapa, Ver.- Marco Antonio Guízar Valladares, hermano del diputado local Gonzalo Guízar Valladares, actualmente se desempeña como secretario particular del aún fiscal Jorge Winckler.
Trascendió que para la votación de este jueves en el Congreso local para separar del cargo al Fiscal General del Estado, Jorge Winkler Ortíz, la Comisión Instructora o a quien corresponda, deberá observar el caso del diputado Gonzalo Guízar Valladares, porque su hermano Marco Antonio de los mismos apellidos, es el secretario técnico de la Fiscalía General del Estado, lo que significa que existe conflicto de intereses.
Entonces el aliado de Morena y presidente del Partido Encuentro Social (PES), Gonzalo Guízar Valladares, podría traicionar a los diputados del Movimiento de Regeneración Nacional y pagar ese “favorcillo” que le hicieron al colocar a su hermano en esa posición.
“Duele más el cuero que la camisa” dice un viejo refrán y es lo que podría suceder en esta ocasión.
Tal vez, a reserva de revisar las condiciones legales, el diputado local por el PES podría estar impedido para participar.
Solo es cuestión de unas horas pero el grupo mayoritario de Morena confía en que al ser removido de su cargo, el Fiscal General Jorge Winkler Ortiz, enfrente algunas denuncias que se tendrán que ventilar en los tribunales.
Dice el Coordinador de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), Juan Javier Gómez Cazarín, que no existe presión, chantaje ni compra de votos entre los diputados locales, cada uno podrá ejercer el voto con su libre albedrío “cada quien tendrá su juicio y seremos respetuosos de lo que decida cada diputado”.
Sin embargo, este dato que trascendió la noche del miércoles, puso en alerta a los diputados de Morena para tomar las medidas necesarias, porque de esa bancada son 26 legisladores y se requieren otros votos para que el procedimiento se cumpla de acuerdo a la ley. Solo es cuestión de horas para conocer el desenlace de esta situación que ha despertado el interés de miles de veracruzanos que pudieron ver que las investigaciones criminales no se cumplieron a cabalidad en la gestión de Winkler Ortiz.
