Xalapa, Ver.- En la cocina diariamente se usa ingredientes que, con apoyo y capacitación adecuados, pueden cultivarse fácilmente en familia o de forma colectiva con amigos y vecinos. Cebolla, ajo, lechugas, espinacas o jitomate son vegetales en los que se gasta más que en otros; lo mismo que con hierbas como el epazote, tomillo, albahaca, cilantro, perejil o yerbabuena.
Por ello, el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) impulsa el Proyecto Integrador de Producción de Alimentos en las Zonas de Atención Prioritaria y escuelas. Eduardo Aranda Delgado, responsable de su aplicación, dice que diseñar, construir y mantener un huerto familiar o comunitario no sólo mejora la economía, sino que estrecha lazos entre las personas.
Comunidad en construcción
Se está cambiando hacia una visión de trabajar en el desarrollo de capacidades, para que la propia gente reconozca sus habilidades y oportunidades de producir alimentos o bienes. Es un enfoque integrador –explica–, pues busca demostrar que con capacitación en temas como finanzas u organización comunitaria, la vida de las personas más vulnerables puede cambiar.
“Necesitamos hacer comunidad, tejido social, con especial interés en las Zonas de Atención Prioritaria, porque en estos sitios tener la oportunidad de producir tus propios alimentos es una alternativa que trasciende al asistencialismo y genera, de verdad, un aumento sustancial en la calidad de vida”.
Para acceder al apoyo del Proyecto Integrador de Producción de Alimentos sólo hay que acercarse y solicitarlo al DIF Municipal. Los requisitos son mínimos: formar parte de una colectividad ideal de diez personas y disponer de un lugar para sembrar.
“Les pedimos que integren un comité para darle formalidad. Hacemos una primera visita de diagnóstico, pues buscamos un espacio verde o un sitio público, por ejemplo terrenos baldíos, aunque en estos casos se debe hacer gestiones para usarlos”, agrega el funcionario.
Cuando se constata la viabilidad del terreno viene el diseño y preparación del huerto para su siembra. El DIF Municipal cuenta con semillas de hortaliza para las distintas temporadas del año.
Explicó que un grupo de técnicos acompaña a la gente con visitas quincenales para verificar que hicieron las tareas encomendadas y seguir avanzando. Tras una cosecha, la siembra y rotación de cultivos.
“Esa presencia constante de los ingenieros permite que los huertos tengan éxito. Se les capacita para preparar el terreno, los semilleros y la compostera. Uno puede imaginar que hablaremos de huertos y hortalizas y ya, pero si debe mejorarse la tierra, les enseñamos a fabricar la lombricomposta”, refiere Eduardo Aranda.
Más de 400 xalapeños cultivan sus alimentos
El programa de huertos ha ido avanzando lentamente durante los últimos años. Actualmente, más de 400 xalapeños cultivan y cosechan sus propios alimentos en familia o en comunidad, tanto en las colonias como en escuelas.
De acuerdo con el funcionario, la gente siente suyo ese espacio, aunque se trate de un metro cuadrado. “Nos podríamos preguntar qué tanto obtiene una persona en un lugar tan reducido, pero créeme que lo hacen rendir. Trabajar la tierra te cambia, y cuando se hace en conjunto las personas aprenden a tomar decisiones colectivas, a organizarse, y se conocen, se ayudan… construyen comunidad”.
Considera que entre otros objetivos, por el momento se busca mantener y crecer los huertos que existen, sumar a más xalapeños, pero también a más escuelas porque es necesario orientar, más que a nadie, a los jóvenes.
Eduardo Aranda comenta que algunas personas ignoran de dónde vienen los alimentos: “Nunca han visto un rábano metido en la tierra, pero cuando los sacan de ahí se les iluminan los ojos. En las escuelas no sólo trabajas con los niños, también con los padres, pues hay tareas como cargar tierra y limpiar el terreno”.