Más claro… «No vamos a comprar gasolina ni diesel, sostiene López Obrador »

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Por Felipe Mendiola Parra

A las 2 de la tarde del pasado 18 de marzo, el contingente de Veracruz debidamente organizado, iba abriendo plaza por la avenida 5 de mayo de la ciudad de México, con el coro “Veracruz, Veracruz, Veracruz…”; faltaban solamente dos calles para llegar a la plancha del Zócalo y presenciar la celebración de los 85 años de la expropiación petrolera.

Jóvenes en su mayoría mostraron su ímpetu, su orgullo por estar presentes en esa celebración a la que, seguramente llegaron cerca de un millón de personas de todo el país.

El grupo de Veracruz se colocó cerca del asta bandera, encabezado por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que llegó vestido casual y mostrando su entusiasmo, porque esta fue una fiesta del pueblo de México y así lo hizo sentir el presidente Andrés Manuel López Obrador desde el inicio de su discurso, ya que mencionó en forma alfabética, a todos los estados comenzando por Aguas calientes.

Algunos de los grupos llegaron con los trajes de sus pueblos originarios, reflejando su comportamiento formal, en tanto que otros hicieron círculos tomándose selfies y platicando anécdotas con las ocurrencias de la juventud.

Los minutos transcurrieron de prisa, el comercio permaneció abierto y algunos veracruzanos que ahí nos encontramos pudimos comer sabroso en el restaurante “La Blanca”, sitio tradicional para muchos que por cuestiones de trabajo viajábamos hace algunos años a la CDMX.

La maestra de ceremonias fue una dama, una voz de mujer se escuchó y la primera oradora fue la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, después vino el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, ambos dieron una amplia explicación de la transformación que se está logrando para ser autosuficientes en gasolinas y otros productos derivados del petróleo.

Cuando Rocío Nahle saludó al público dijo “Buenas y patrióticas tardes”, para después destacar lo siguiente:

“En estos cuatro años de gobierno se ha trabajado con una visión nacionalista y soberana, buscando en todo momento la autosuficiencia energética en beneficio de los mexicanos. Se ha invertido en recuperar y mantener la producción petrolera, en explorar nuevos campos de petróleo y gas, y evitar una declinación a la que nos tenían sentenciados.

La política cambió, hoy trabajamos en nuevos proyectos para producir nuestras gasolinas y combustibles. Fuimos al rescate de nuestras refinerías, que estaban en completo abandono, y con ello poder revertir la importación que sólo beneficia a intereses de particulares y de grandes empresas trasnacionales”.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador que llegó acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Mueller, sostuvo que «hoy 18 de marzo, nos manifestamos a los cuatro vientos de que seguiremos anclados a nuestros principios, reafirmamos nuestras convicciones, y confirmamos que nunca aceptaremos que se imponga una minoría en contra de las carencias de las mayorías».

Y a pesar de las dudas que tratan de sembrar los opositores a este gobierno, López Obrador sostuvo que «no vamos a comprar gasolina, ni diésel, vamos a procesar toda nuestra materia prima».

Si fueron 500 mil o fue un millón de personas las que estuvimos en ese evento, la realidad es que en el quinto año de su gobierno, Andrés Manuel sigue teniendo arriba del 70 por ciento de aprobación respecto al trabajo que viene desempeñando, según la medición de diversas empresas encuestadoras. Y dicen que las comparaciones son odiosas pero está mejor que muchos otros presidentes de otros países. Más claro ni el agua.