ASÍ LAS COSAS… La verdad detrás de la planilla de Nacho Luna

0
166

La desesperación es evidente y crece día con día. Por un lado, quien realmente mueve los hilos de la campaña de ataques contra Nacho Luna, le urge cumplir compromisos con sus patrocinadores políticos y económicos, aquellos que la financiaron con la expectativa de seguir saqueando a Coatepec desde las sombras.

Y por otro, sus operadores se topan con una ciudadanía cada vez más informada, que no cae en cuentos ni en ataques infundados lanzados con la saña propia de un criminal al que no le interesa el bienestar común, sino únicamente saciar sus ambiciones personales.

Esta combinación de intereses oscuros y desprecio por el pueblo está quedando al descubierto, porque la gente ya no se deja manipular: hoy exige trabajo, no calumnias.

Tras una indagatoria periodística realizada por este medio a partir de los señalamientos que circulan en redes sociales, se confirmó que tanto Ulises Colorado como Rigoberto Amezcua Mora sí aparecen formalmente en la planilla de la coalición Morena-Partido Verde encabezada por Nacho Luna, el primero como propietario y el segundo como suplente.

Sin embargo, contrario a los cuentos impulsados por perfiles anónimos y operadores políticos conocidos en la región, estos nombramientos no fueron producto de imposiciones, negociaciones oscuras ni acuerdos de grupo.

De acuerdo con fuentes consultadas para esta investigación, la selección de perfiles en la planilla se llevó a cabo mediante procesos avalados por las dirigencias estatal y nacional de los partidos involucrados. En el caso de Morena, se utilizó el mecanismo de insaculación, tal como marcan los estatutos internos, lo que garantizó transparencia y participación democrática.

La planilla cuenta con legitimidad y arraigo, no con compromisos de grupo, «dedazos» ni cuotas de poder pues a nivel interno, en cada instituto político hay participación de sus respectivas bases y un compromiso absoluto con la transformación.

La inclusión de diversos perfiles no significa sumisión a intereses particulares, sino apertura a la pluralidad, una de las bases del movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador. La planilla incluye también a hombres y mujeres provenientes de comunidades rurales históricamente excluidas del gobierno municipal.

Es la primera vez en casi 100 años que muchas comunidades tendrán voz en el cabildo. Es un grupo de personas que viene desde abajo, que no ha hecho carrera política en la élite, que no está en la nómina pública y que sí representa las causas de su gente.

De fondo, lo que algunos actores políticos intentan hacer es ensuciar un proyecto que ha logrado sumar sin traicionar principios. La desinformación busca confundir y frenar el avance de un liderazgo que, como el de Nacho Luna, ha demostrado congruencia, trabajo en territorio y compromiso con la Cuarta Transformación.

La gente ya no se va con el cuento de que todos son iguales. Saben reconocer cuándo un proyecto nace de la base, y cuándo lo quieren sabotear desde las cúpulas.

El senderito de la mediocridad y la ambición del poder, combinación que les hace exudar su frustración y odio.