Coatepec, Ver. 07/Abril/2025.- En la región distinguimos un paisaje muy diverso con bosques de niebla sobre suelo volcánico profundo, bosques sobre afloramientos rocosos, bosques secundarios o acahuales; también incluimos en este paisaje a los cafetales, los potreros con sus árboles, y particularmente destacan los bosques riparios.
Los bosques riparios son corredores a lo largo de los ríos que, entre piedras redondeadas, forman un túnel de vegetación que va cubriendo el cauce. Los árboles emblemáticos de estos riparios son las monumentales hayas y bajo la sombra de estas especies arbóreas emblemáticas de la zona, podemos observar otras muchas especies.
Los rios Pixquiac, junto con el Xocoyolapan, Aguita Fría y Sordo, hacen de esta región un paisaje espectacular para apreciar la diversidad de vegetación y de bosques. Forman parte indisoluble de los bosques de niebla o bosques mesófilos de montaña, ecosistema cuya superficie ha sido drásticamente reducida. Estos ríos conectan la cuenca, desde las partes más altas dónde se originan hasta la costa.
Los bosques riparios promueven muchos servicios ambientales, pero también están sujetos a muchos impactos humanos. Un grave problema para estos bosques son las acciones en el lecho del río para la desviación del canal ya que reduce cauces de agua y agota los niveles freáticos.
Muchos estudios han demostrado que la reducción del caudal fluvial tiene un fuerte impacto y modifica gravemente el bosque al alterar la estructura de la comunidad arbórea, reducir su riqueza y diversidad de especies, y con tiempo modificar el conjunto de especies que forman la flora arbórea riparia. El caudal de un río es variable entre estaciones y entre años, pero en promedio mantiene un mínimo que garantiza que gran cantidad de flora, fauna, y especies de otros grupos se mantienen y dan funcionalidad al río. Así mismo, mantiene actividades humanas y al economía de muchas familias.
Se sabe que los árboles riparios son sensibles a la reducción del caudal fluvial y a la disponibilidad de agua subterránea y muchas especies presentes en este bosque ripario dependen del agua y otras, al menos, prosperan en entornos riparios. La reducción de la disponibilidad de agua es la causa de la extinción de especies de plantas que dependen de la humedad en ríos y arroyos.
En nuestra región, movimientos en el lecho del río y el bloqueo del agua pueden llevar al bosque ripario a una fase de degradación. Esta perturbación que implica reducción del caudal provoca tasas de mortalidad muy altas, con pérdida de densidad y área basal de árboles, y causa que el bosque pierda su resiliencia, es decir su capacidad de recuperación, cambie su fisonomía y pierda sus especies de árboles característicos como las hayas. El debilitamiento de las hayas en zonas urbanizadas como las orillas del Río Pixquiac, puede llegar a representar un riesgo para las familias que viven ahí.
Redacción. Dra. Guadalupe Williams y Dra. Patricia Moreno-Casasola