Por: Felipe Mendiola Parra
A las 13 horas de este martes corrió como reguero de pólvora la afiliación de Miguel Ángel Yunes Márquez al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); algunos lo festinaban, en tanto que los verdaderos morenistas repudiaban ese hecho.
Había confusión porque algunos medios de comunicación nacional no le dieron más importancia y destacaron los nombres de Gerardo Fernández Noroña y Adán Augusto López Hernández, pero los Yunes tienen su propio estilo de cómo manejar la información, y así lo hicieron, seleccionaron las mejores fotografías y poses para sangrar la herida.
A las 18 horas circuló el mensaje de la gobernadora Rocío Nahle García en sus cuentas de redes sociales, con el siguiente texto “Pido a la Comisión de Honestidad y Justicia del @PartidoMorenaMx que NO acrediten la membresía como integrante de MORENA a Miguel Ángel Yunes Márquez, por no representar ni contar con los postulados del movimiento de regeneración. Los militantes de Veracruz merecen respeto”.
El primer círculo del gobierno estatal se mantuvo en silencio, nadie sacó la cara. Tal vez esperaban una orden para actuar en consecuencia, mientras que los morenistas que le dieron origen a ese partido reclamaban entre ellos mismos este episodio, que es una amenaza, conociendo el antecedente de esa familia que perjudicó a los priistas, a los panistas, al ISSSTE y aún mantienen carpetas abiertas en su contra, que ahora presumen que ya fueron eliminadas por el voto que dio Miguel Ángel a favor de la Reforma Judicial en México.
El escándalo viene desde el jueves pasado, cuando trascendió esta situación que evidentemente promovió Adán Augusto, que incluso, caminó por los pasillos del senado abrazando a Yunes Linares.
Cerca de las 8 de la noche de ayer, el comité ejecutivo estatal de Morena emitió un comunicado, diciendo entre otras cosas que, “Morena no es un refugio para quienes han representado el abuso del poder, la corrupción y la traición…”
Un poco más tarde, los diputados federales veracruzanos encabezados por Zenyazen Escobar García se manifestaron en contra de esa afiliación.
Pero otros funcionarios guardaron silencio, tal vez a su conveniencia.
Durante la campaña de Rocío Nahle el año pasado, conocí a algunos de sus operadores que, sin ser protagonistas, hicieron un excelente trabajo porque fueron ellos los que organizaban la movilidad, conseguían el transporte y la gasolina y se hacían acompañar de los verdaderos líderes de las colonias. Esos hombres y mujeres saben cómo alzar la voz para materializar el repudio que se ha generalizado después de este escándalo de los Yunes.
Muchos de esos operadores hoy están fuera del gobierno, porque nadie los tomó en cuenta y los coordinadores se olvidaron de ellos, pero a pesar de eso, mantienen bien puesta la camiseta de Morena y con un chasquido de dedos podrían ayudar en mucho a la gobernadora, para no dejarla sola tantas horas como sucedió ayer.
Trascendió que algunos gobernadores de otros estados le estaban brindando su apoyo y eso lo tendrá que ponderar Adán Augusto o sentarse a ver como en poco tiempo podría venir la caída de Morena. Más claro ni el agua.
