22 de julio de 2024
Casos de pederastia, corrupción e injerencia en asuntos políticos provocan desbandada de creyentes en la iglesia católica.
De acuerdo al último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México hay un total de 97 millones 864 mil 024 católicos y católicas, lo que equivale al 72.1 por ciento del total de población de 5 años y más que profesan, o no, una religión.
Sin embargo, esta institución católica sigue perdiendo adeptos. La Iglesia ha perdido en los últimos 60 años a casi un 16 por ciento de sus devotos y ha aumentado en un 4 por ciento el número de los que se declaran ateos. En resumen la iglesia católica está atravesando por una terrible crisis de credibilidad.
Entre los que abandonaron el catolicismo por una iglesia evangélica, el 78 por ciento dijo que sus necesidades espirituales no estaban siendo satisfechas. Mucha gente se desilusionó de la Iglesia católica debido a la crisis de abuso sexual por parte del clero.
Otro de los aspectos que han desilusionado a los creyentes católicos es la injerencia de los prelados en cuestiones político-partidistas, todo esto ocurrió sin que las autoridades eclesiásticas y judiciales aplicaran sanciones a prelados.
Aunque el Artículo 130 Constitucional mexicano dicta que las instituciones religiosas no pueden intervenir en el proceso político del país. Esto significa que la Iglesia, sin importar su denominación, no puede influir en las decisiones políticas, ni en las elecciones, ni tampoco apoyar o financiar candidatos o partidos políticos. La Legislación busca garantizar la neutralidad en el espacio público ante las diversas creencias religiosas de los ciudadanos, consolidando así el principio de laicidad que rige la nación. Los prelados siguen desafiando a la autoridad y haciendo proselitismo en sus homilías.
En la pasada contienda electoral se observaron varios videos en redes sociales que los mismos creyentes subieron donde sacerdotes, obispos, y representantes católicos utilizaron el pulpito para hacer arenga en favor y en contra de candidatos y partidos.
Otro ejemplo, es El Yunque, nombre de una organización secreta paramilitar, ultra católica y de extrema derecha de origen mexicano de alcance nacional e internacional, que declara como su propósito «defender la religión católica y luchar contra las fuerzas de Satanás» e instaurar «el reino de Cristo en la tierra.
Respecto a lo anterior, se han reportado casos de que dicha organización tiene vínculos con la política de su país de origen. Además que principalmente se le relaciona con el Partido Acción Nacional (PAN).
Diversos empresarios y políticos, principalmente del Partido Acción Nacional, han sido señalados como fundadores o miembros de El Yunque, principalmente por su afiliación a diferentes organizaciones que son fachada de esa organización. Cabe señalar que algunas de estas personas han confirmado su pertenencia a la misma.
Álvaro Delgado Gómez también afirma que algunos miembros prominentes del PAN y del gabinete del expresidente mexicano Vicente Fox, entre los que destacan el hoy extinto ex secretario del Trabajo y de Gobernación, Carlos Abascal y Fernando Guzmán Pérez Peláez, ex secretario general de Gobierno de Jalisco, son miembros de El Yunque.
En México, diversos colegios de élite son manejados por asociaciones educativas cercanas a Los Legionarios de Cristo, asociación religiosa que ha estado bajo el escrutinio al destaparse los múltiples casos de abuso sexual contra niños, perpetrados por décadas.
La primera obra educativa de Los Legionarios de Cristo fue el Colegio Cumbres, que abrió sus puertas el año 1954 en la Ciudad de México. Años más tarde, en 1964, abrieron también en México la Universidad Anáhuac
Entre los egresados de las instituciones de los Legionarios de Cristo se encuentran los hijos de Carlos Slim, Soumaya,Carlos y Marcos Antonio Slim Domit; Joaquín López Dóriga, Gastón Azcárraga Andrade, Jorge Hank Rhon, Alfredo Elías Ayub, Pedro Arméndariz, y Leonardo Valdés Zurita, entre otros.
Archivos recientemente abiertos del papa Pío XII han arrojado nueva luz sobre las afirmaciones de que el pontífice de la época de la Segunda Guerra Mundial no habló sobre el Holocausto. Pero también brindan detalles sobre otro capítulo polémico en la historia del Vaticano: el escándalo sobre el fundador de Los Legionarios de Cristo.
Ya se han escrito libros enteros sobre la copiosa documentación que llegó a la Santa Sede en las décadas de 1940 y 1950, demostrando que sus funcionarios tenían pruebas de la dudosa moral, el uso de drogas, la imprudencia financiera y el abuso sexual del reverendo, Marcial Maciel contra sus jóvenes seminaristas.
Sin embargo, a la Santa Sede le tomó más de medio siglo sancionar a Maciel, y aún más para reconocer que era un fraude religioso y un estafador que abusó sexualmente de sus seminaristas, engendró tres hijos y construyó una orden religiosa secreta, similar a un culto+ para ocultar su doble vida.
Los archivos recientemente abiertos del papado de Pío, que abarcaron de 1939 a 1958, agregan algunos detalles nuevos a lo que ha sido de dominio público, ya que incluyen documentación que antes no estaba disponible de la secretaría de Estado del Vaticano.