Coatepec, Ver. (SANDY BARRADAS).- Adriana Avendaño y Vicente Mateo Flores, docentes con más de diez años de experiencia, este 15 de mayo no tienen nada que festejar, y es que las condiciones en las que laboran no son las mejores, sino por el contrario, son precarias.
Ambos dan clases en la Telesecundaria de la colonia 2 de Marzo con clave 30ETV0496O en la localidad de Puerto Rico en el municipio de Coatepec; en dos aulas improvisadas y debajo de un árbol ante la falta de un inmueble.
Y es que explican que debido a que no cuentan con la regularización de un terreno de 2 mil 500 cuadrados que fueron destinados a esa telesecundaria, no les pueden asignar recursos federales ni estatales para construir la escuela.
Al respecto, Vicente Mateo Flores quien tiene el cargo de director, indica que ya llevan alrededor de 5 años trabajando con matrícula, sin embargo dijo que no hay una regularización, por lo que las dependencias no otorgan recursos para edificar el plantel.
“Así lo han manifestado, sin escritura no hay recurso, sin escrituras no podemos ejercer recursos federales ni estatales. En el ciclo escolar 2022-2023 tenemos 19 alumnos en los tres grados, somos 4 maestros en total”, comentó.
Asimismo, dijo que las carencias que tienen son muchas, pues incluso aseguró que una de las docentes da clases debajo de un árbol, mientras que los grados restantes toman clases en un aula improvisada, con paredes y techo de lonas, además de que solo tienen bancas y dos pintarrones para enseñar.
“No tenemos ni tele, solo dos pintarrones, uno fue donado por otra telesecundaria y otro por un padre de familia, pero el tercer grado no tiene y solo les enseña de manera oral. En el 2020 las aulas se cayeron y ahora tenemos aulas provisionales, es una estructura metálica con lonas de paredes y techo, pero el desgaste de las lonas es fuerte y ya cae agua, y cuando hace frío es peor, terminamos con los pies mojados y lodosos, así estamos desde hace 5 años”, lamentó.
En este sentido, precisó que el sitio donde se encuentra la escuela es una zona catalogada como urbana, pero las carencias son extremas.
“La profesión de los docentes es gratificante pero si nos gustaría que se vea reflejado económicamente y que tengamos una escuela digna, que las autoridades vean las necesidades, que vengan y vean como estamos”.
Cinco alumnas toman clases debajo de un árbol
Por su parte, la maestra Adriana Avendaño quien tiene a cargo el tercer grado, señala que en su caso, sus cinco alumnas toman sus clases debajo de un árbol, ya que un vecino que les prestaba una habitación de su vivienda la ocupará, por lo que tuvieron que desalojar el lugar.
“Estamos trabajando aquí por falta de espacio, un vecino nos prestó su casa dos ciclos escolares, pero ya está reconstruyendo y nos pidió su espacio, y estamos debajo de la sombra del árbol. Cuando nos dieron la noticia de desocupar, estuvimos tristes porque era nuestra aula, teníamos pegados nuestros materiales”, explicó.
Aseguró que mientras hay sol pueden usar ese espacio, pero si llueve la situación se vuelve complicada y deben utilizar el mismo lugar que los otros docentes, no obstante es incómodo.
“Ahorita el día esta bonito, pero si brisa o llueve nos cambiamos a unas lonas móviles pero no es lo adecuado, no hay condiciones, si es un aguacero no podemos trabajar, no tenemos los espacios necesarios. Son circunstancias que se viven, es la primera vez que estoy así, me tocó estar en la sierra, lejos, pero había condiciones. Se han tocado muchas puertas y oficios pero no ha habido respuesta favorable”, concluyó.