Por: Enrique Yasser Pompeyo
La declaración del delegado federal de los programas de Bienestar en el estado de Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, fue reveladora.
Pero, también, confirma lo que siempre ocurre en la búsqueda de espacios y cargos públicos.
En su conferencia mañanera que ofrece todos los lunes en las oficinas centrales de la dependencia en Xalapa, el funcionario, ante periodistas, afirmó que ha sido vetado en algunos medios de comunicación.
Al exponer que el tema de la democracia no es fácil, pues quienes se encuentran dentro del proyecto de la cuarta transformación tienen que dar la batalla todos los días, señaló que él, siendo funcionario de la federación, también sufre de vetos.
Así lo manifestó: “fíjense, siendo delegado federal, me entero que por ahí, hasta tengo vetos en algunos medios de comunicación: `no lo saquen, que no salga, que no hableMa´”.
Ante ello, Manuel Huerta plantea que hay “tentaciones” de “regresión” en muchos espacios.
De manera que, acotó, hay quienes dicen que llegaron a la “transformación”, pero no es así.
Y surgen las preguntas, las interrogantes.
¿A quién o a quiénes no les conviene que el delegado federal siga avanzando?
¿A quién o a quiénes les preocupa la imagen que Huerta tiene entre la población?
¿Será acaso que algunos suspirantes sienten pasos en la azotea?
Porque, sin defender a nadie, lo cierto es que a Manuel Huerta lo reconocen desde jóvenes hasta adultos mayores.
Recorre de norte a sur todo el territorio veracruzano con la encomienda del presidente Andrés Manuel López Obrador de atender de manera personal y directa a la población en general.
¿Será que el trabajo diario del delegado le preocupa a alguno o a algunos de los aspirantes a los diferentes cargos de elección en 2024?
La guerra sucia continúa y, seguramente, escalará conforme lleguen los tiempos de las encuestas internas de Morena.
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