Una nueva polémica ha envuelto la figura del rey Carlos III. Después de sus episodios ofuscado con sus asistentes, el antiguo príncipe de Gales despide casi 100 empleados de su antigua residencia de Clarence House tras ser proclamado Rey. Ocurrió cuando se estaba celebrando en Edimburgo la Acción de Gracias en memoria de la difunta reina Isabel II.
Así lo ha informado en Reino Unido el diario ‘The Guardian’. Explican que ha notificado el despido de casi un centenar de trabajadores de su residencia oficial mientras fue príncipe de Gales mientras se traslada junto a la reina consorte Camila al Palacio de Buckinham. Los empleados -incluidos algunos que llevaban décadas trabajando junto a Carlos- recibieron el lunes la notificación de que podían perder su puesto de trabajo.
La decisión afecta a secretarios privados, al equipo de comunicaciones, la oficina de finanzas y el personal doméstico de Clarence House, en Londres. Una gran mayoría del personal que trabajó para Carlos III durante su etapa de Príncipe pensaban que se trasladarían a la nueva residencia del Rey. Explican que no se les indicó lo que podría ocurrir hasta que recibieron una carta por parte del principal ayudante del monarca, Clive Alderton.
Una fuente cercana a los trabajadores exclamó al diario británico: «Todos están absolutamente furiosos, incluidas las secretarias privadas y el equipo con más experiencia. Todo el personal ha estado trabajando hasta tarde todas las noches desde el jueves para encontrarse con esto. La gente estaba visiblemente conmocionada por eso».
Clive Alderton dice que es consciente de la «inquietud» que genera esta noticia y asevera que varios trabajadores que dan «apoyo y asesoramiento directo, cercano y personal» a Carlos III y Camila seguirán en su cargo. Mientras, ha querido agradecer el «leal y largo» servicio de los empleados de Clarence House. Agrega que cabe la posibilidad de una alternativa de empleo en otras casas reales para aquellos que reciban el despido.
Con información de: Atena