La Oficina Meteorológica británica indicó que Inglaterra ha vivido uno de los veranos más calurosos desde que hay registros, con una media de temperaturas entre junio y agosto de 17.1 grados centígrados, similar a la de 2018.
Los datos preliminares de la agencia señalan que este verano ha sido el sexto más seco desde que comenzaron a recolectar datos en 1836. No se había vivido una sequía similar desde 1995.
En julio, se batió además el récord de la temperatura más alta registrada, 40.3 grados, en la primera ocasión en la que los termómetros oficiales superaron la barrera de 40 grados.
La oficina meteorológica destaca que cinco de los veranos más calurosos que ha atravesado Inglaterra desde que hay registros se han vivido desde 2003.
Gran parte de la nación británica permanece en alerta por sequía, ante la falta de lluvias de los últimos meses.