La sonorense Irma Miranda está por terminar la licenciatura en Administración de empresas, trabaja hace cuatro años con la organización civil Comuna, particularmente en su Proyecto Punto migrante, un censo que ayuda a la localización de personas en tránsito y en la campaña En Cajeme nadie es ilegal, que apoya en especial a mujeres y niños migrantes. Es la representante de México en Miss Universo.
Aunque todavía no revelan la sede ni fecha en que se llevará a cabo la 71 edición del certamen donde alrededor de 80 candidatas de todo el mundo competirán por llevarse la corona de la mujer más bella del mundo, ya se han dado a conocer 51 concursantes, incluyendo a la representante mexicana.
La joven de 26 años busca ser reconocida por sus logros y no por la aprobación de los demás.
Para Irma, haber sido seleccionada para representar a México, es un gran sueño que al fin se hace realidad pues, en 2016 participó en el certamen que en ese entonces se llamaba Nuestra Belleza México, (la antesala donde se elige a la reina de belleza que concursará), pero quedó dentro de las finalistas, lo que para ella significa “que no era el tiempo ni el momento”, pero su resiliencia, disciplina y ganas de seguir adelante, la motivaron a continuar cumpliendo metas.
“Yo siempre he dicho que los tiempos de Dios son perfectos y ahora soy más madura, estoy muy feliz y el doble de satisfecha de ver el resultado de mucho trabajo y esfuerzo, creo que ahora estoy más consciente de lo que quiero y lista para tomar mis propias decisiones”, contó en entrevista virtual a El Sol de México.
Miranda confesó que a pesar de sentir miedo, incertidumbre y en algún momento hasta inseguridad de sí misma, quiso volver a intentar hacer realidad su sueños, mensaje que quiere transmitir a todas esas mujeres que todavía no se deciden a cumplir metas.
“Creo que sólo una vez llegan grandes oportunidades a nuestras vidas y hay que aprovecharlas al máximo, salir de la zona de confort y darlo todo, con el fin de crear mejores versiones de nosotras mismas y sentirnos orgullosas de lo que hacemos, no esperar a que nadie nos reconozca nuestros propios logros”, añadió.
Sobre los estereotipos que giran en torno a los certámenes de belleza, “al cuerpo femenino perfecto” y a todas las mujeres que están inmersas en el mundo de la belleza, reconoció que “por muchos años se ha estereotipado a las mujeres, que tenemos que ser de una forma, sobre todo en este medio, que se dice que sólo somos bonitas y no aportamos nada al mundo, y la verdad es que no es así, tenemos que romper con esos tabúes. La mujer bella, es así en toda la extensión de la palabra, bella en cuerpo, en mente, en espíritu, en pensamientos, en todo”.
Añadió que todas sus contrincantes, incluyendo ella, “somos mujeres preparadas, estudiadas, perseverantes y que luchan por demostrar la belleza de las mujeres de su país, de hecho hasta nosotras hemos sido discriminadas, por el simple hecho de querer representar a las mujeres bellas”.
Al igual que Andrea Meza, la última Miss Universo mexicana y que a causa de la pandemia, obtuvo el primer reinado más corto de la historia, Miranda trabaja por una causa social. En Comuna, una organización sin fines de lucro que nació en su natal Ciudad Obregón, comparte, “buscamos impulsar los derechos humanos, nos hemos olvidado de que cada persona tiene derechos sin importar su situación, el propósito es humanizar en torno a este tema”.
Los migrantes, explica, “sufren mucha violencia y discriminación, abusos y humillaciones que violan los derechos humanos, tenemos que ser más empáticos y solidarios con este tema”.
Del legado que dejó Andrea Meza como Miss Universo, compartió, “ella apoyó mucho a mujeres, y creo que el legado más grande que podemos tomar de ella es que sin importar nuestra situación o causa, hay que aportar granitos de arena para crear una mejor sociedad no sólo en México sino en el mundo”.
Irma Miranda, quien además se ha desempeñado como conductora de televisión en programas de deportes, buscará ser la cuarta mexicana en coronarse como Miss Universo título que por primera vez obtuvo Lupita Jones en 1991.
