Esto ocurrió en San Pedro Huamelula, en el estado de Oaxaca. Y de acuerdo a los habitantes se trata de una tradición que data de más de 200 años atrás en San Pedro Huamelula, Istmo, Oaxaca.
En esta ocasión se trata de la boda del alcalde de la comunidad con «la niña princesa» Alicia Rubí, un hembra de cocodrilo viva que es preparada con su vestimenta nupcial para esta ocasión tan especial.
El alcalde Víctor Hugo Sosa García, se casó enamorado y aceptó ser el esposo de la princesa lagarta, ya que casarse con una lagarta viva es parte de una tradición en la que se tiene la creencia de que traerá suerte a los pescadores y abundancia en la comunidad.
La esposa lagarta obvio para tener un matrimonio feliz, se casó con una cuerda que le impidió e impedirá tener el hocico abierto.