Charles Feeney, un multimillonario a quien la revista Forbes alguna vez denominó “el James Bond de la filantropía” por la forma sigilosa en la que hacía sus donativos, terminó por donar toda su fortuna, —aproximadamente 8 mil millones de dólares—a organizaciones benéficas, fundaciones y universidades.
Feeney, de 91 años, hizo su fortuna como cofundador del minorista del aeropuerto Duty Free Shoppers. Más tarde se le atribuyó la inspiración del Giving Pledge, creado por Warren Buffet y Bill y Melinda Gates, que firmó en 2011.
En ese momento, escribió que el uso más gratificante y apropiado de la riqueza es “dar mientras uno vive, dedicarse personalmente a esfuerzos significativos para mejorar la condición humana“.
En 2012, le dijo a Forbes que había reservado 2 millones de dólares para su jubilación y la de su esposa Helga, lo que significaba que pensaba donar un 375 mil por ciento más de dinero que su patrimonio neto en ese momento.
En 2020, canalizó casi toda su riqueza a Atlantic Philanthropies, convirtiéndola en una de las fundaciones benéficas privadas más grandes del mundo.
Sus cinco hijos (cuatro hijas y un hijo) han recibido dinero a través de su madre, la primera esposa de Feeney, es decir, no heredarán nada de su padre.
Ahora vive en un apartamento de dos habitaciones en San Francisco con su esposa Helga, y ha viajado mucho para examinar proyectos a los que donar.
