El Instituto Nacional de Antropología e Historia ( INAH ) informó que mediante un proyecto de salvamento se hallaron entierros humanos en el Templo de San Francisco Javier, ubicado en el Centro Histórico de Puebla.
El investigador del Centro INAH Puebla, Manuel Melgarejo Pérez, informó que el hallazgo, de seis entierros primarios y dos secundarios, con al menos 20 individuos, se registró durante el seguimiento que realiza el INAH a las obras que lleva a cabo la Secretaría de Cultura del Gobierno de Puebla en el sitio.
Con el hallazgo de un hombre, que conserva un agujero de bala en el hueso iliaco izquierdo, así como el proyectil mismo que lo causó, se teorizó que el masculino falleció en la guerra contra Francia.
La antropóloga física Lizbeth Chicas Martínez detalló que el hombre debió fallecer debido al impacto en el abdomen, “ya que seguramente atravesó órganos importantes, y por la época era poco probable que una persona sobreviviera con un proyectil dentro del cuerpo”.
También se suman otros materiales descubiertos: suelas de zapatos, botones de ropa y una cruz de metal que una mujer debió portar como collar, los cuales se estima corresponden a la segunda mitad del siglo XIX.
Será hasta la conclusión de los trabajos en campo y el análisis en laboratorio que podrán determinarse el sexo, la edad y otras características de los individuos.
Aunque se cree que de los seis depósitos primarios se tratan de cinco masculinos y uno femenino; sobre las edades del grupo de entierros primarios, la antropóloga física Chicas Martínez destaca que todos son adultos y, al menos, sobrepasaban los 25 años al momento de fallecer.
Invasión francesa
El INAH indicó que el Templo de San Francisco Javier ha tenido diversos usos desde su construcción en el siglo XVIII que va desde una capilla de un colegio jesuita hasta escenario de la resistencia mexicana durante la Intervención Francesa.
Explicó que a inicios de este año se realizan acciones de salvamento arqueológico en el Templo de San Francisco Javier, donde se ha recuperado un grupo de entierros humanos, los cuales podrían estar relacionados con la época de la invasión francesa y el imperio de Maximiliano de Habsburgo, entre 1862 y 1867.
Se sabe que el Templo de San Francisco Javier fue usado como fortificación por los combatientes republicanos tras el avance francés sobre los fuertes de Loreto y Guadalupe, en 1863.
La resistencia se trasladó al poniente de la ciudad, donde se ubica el recinto que recibió entonces el nombre de Fuerte de Iturbide.