América amaneció como último lugar del torneo, una posición indigna para una institución que se jacta de ser la más grande del futbol mexicano. Hacía cinco años que no se le veía a las Águilas en ese deshonroso último puesto, la última vez fue en el Clausura 2017, cuando el equipo era dirigido por Ricardo La Volpe, aunque solo estuvo en ese puesto una jornada, pero al final de la fase regular no alcanzó el pase a la Liguilla.
En torneos cortos, el cuadro de Coapa ha estado en cuatro ocasiones en el fondo de la clasificación, la etapa más crítica se dio en el Clausura 2008, cuando el equipo era dirigido por Daniel Brailovsky, el Ruso salió en la Jornada 6; llegó Rubén Romano y tampoco logró cambiar la dinámica y se fue en la Fecha 16, por lo que en la última jornada Juan Antonio Luna se sentó en el banquillo. El club pasó 9 partidos como último lugar y acabó en esa posición.
Tras la salida de Solari, en los despachos se busca con cierto apuro un entrenador, pero pese a la urgencia no quieren caer en precipitaciones, por eso, el partido contra Monterrey será dirigido por Fernando Ortiz, el ex defensa argentino que estaba a cargo del equipo Sub 20.
Culpables y soluciones
Lo cierto es que el americanismo amaneció con el ánimo magullado. Adrián Chávez –portero histórico del club, quien ganó dos Ligas, dos Campeón de Campeones, tres Copas de la Concacaf y una Copa Interamericana– habla de la crítica situación que atraviesa el conjunto azulcrema.
“Me da pesar verlo ahí”, dice Chávez y añade que “todos son responsables, la directiva, el cuerpo técnico y los jugadores, cuando nos juntamos los ex jugadores y platicamos de lo que está pasando, vemos que América perdió la identidad, no se sabe a qué juega”.
Y asegura que se perdió tiempo en tomar la decisión de cesar a Santiago Solari, porque debió irse después de haber sido eliminado por Pumas. “Ya había aprendido el primer torneo, si no sabía cómo se jugaba la Liguilla, ya había aprendido que es otro torneo diferente que lo tienes que jugar diferente para poder ser campeón, pero pasó de noche y no pasó nada, el equipo no avanzó, ahí se debió de haber ido; la directiva debió de haber tomado medidas para que se fuera y no estaría con los problemas que está teniendo”.
Respecto al perfil que debe tener el entrenador que llegue al América, Chávez sostuvo que debe ser “un entrenador que conozca el futbol mexicano, que llegue a ver qué es lo que tiene para sacarle provecho y, lo más importante, que conozca qué es América, que es un club al que no se viene a ver qué pasa, aquí se viene a ser campeón o mejor que no llegue”.
Asimismo, considera que tiene que cambiar la estructura de trabajo, que desde las fuerzas básicas hay que corregir los procesos. “Tienen que trabajar, redoblar esfuerzos y trabajar más de lo que lo vienen haciendo, no solo físicamente, también la parte mental; cada jugador se va a estar buscando su puesto y deben trabajar más porque es la única manera de poder salir adelante”.
Chávez ve en Guillermo Ochoa a un líder que puede marcar la pauta para salir de la crisis “pero no él solo, no es el único, esto es un conjunto, porque no son un solo jugador y tienen que trabajar más, esforzarse más para poder sacar al equipo de donde está y hay plantel para hacerlo”.
15 puntos para la repesca
Dentro de la situación crítica del América, lo único positivo es que el sistema de competencia le permite seguir en la pelea. Con la fase de repechaje reinstaurada desde hace tres torneos, a las Águilas le bastan 15 puntos más para llegar a 21 y asegurar su lugar como uno de los 12 clasificados, pues el promedio para calificar ha sido entre 20 y 21 unidades. Eso sí, de manera obligatoria América necesitará duplicar su efectividad: pasar del paupérrimo 25 por ciento a un 50, si no quiere firmar un torneo de pesadilla.
