Por: Enrique Yasser Pompeyo
Ante la ola de violencia e inseguridad en todo el territorio veracruzano y ante la falta de acciones reales por parte de los diferentes niveles de gobierno, los propios ciudadanos se organizan para poder cuidar a sus familias y sus viviendas.
Debido a que las autoridades responsables encargadas de brindar seguridad resultan ineficientes, los veracruzanos toman la batuta ante la inacción y la pasividad oficial.
Si bien algunos delitos han disminuido ligeramente, hay otros que los encargados de la seguridad todavía no logran reducir y que impactan directamente en el patrimonio de las familias.
Se trata, por ejemplo, del robo a casa-habitación. Por ello, la población se agrupa, se organiza y conforma las redes denominadas Vecinos Vigilantes.
Por citar un ejemplo. En el fraccionamiento Lomas Verdes de la ciudad de Xalapa, los colonos han colocado mantas en las que advierten a los delincuentes que al detenerlos y antes de entregarlos a las autoridades, los van a golpear para que les sirva de escarmiento.
En este caso, los ciudadanos han denunciado los constantes robos que sufren a sus viviendas.
Ante la falta de resultados por parte de las diferentes corporaciones policíacas, han decidido actuar por su cuenta.
Así como en ese lugar, en diferentes puntos de la geografía veracruzana, la población sufre los embates de los delincuentes.
En la zona sur del estado, en los municipios de Coatzacoalcos y Minatitlán, los diferentes sectores de la sociedad también se encuentran a merced de las bandas criminales.
Ante la desidia e incapacidad oficial para poder brindar certidumbre y seguridad a la población, la gente se ve orillada a actuar por su cuenta para defenderse y cuidarse.
Más allá de cifras y de percepciones están los hechos diarios, los delitos constantes, aquellos que las autoridades se niegan a reconocer..
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