«En las circunstancias actuales, nuestra primera prioridad es cuidar de los diplomáticos y empleados rusos de la Embajada y consulados generales», señaló el ministerio en un comunicado, también dijo que por ello se «ha decidido evacuar al personal de las misiones extranjeras rusas en Ucrania«, una medida que se pondrá en marcha «en un futuro cercano”.
En el comunicado también se anunció que denunció a Moscú quien desde 2014, en su Embajada en Kiev, en los consulados de Odesa, Leópolis, Járkov, y en otros espacios culturales que Rusia mantiene en Ucrania, “han sido objeto de repetidos ataques”.
Antes de que Rusia anunciara su decisión, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ya adelantó que al romper las relaciones diplomáticas entre ambos países complicaría aún más la situación que es ya “extremadamente desagradable”.
“Naturalmente, la ruptura de las relaciones diplomáticas sería un escenario sumamente inoportuno, que solo hará que todo sea aún más difícil no solo para los Estados sino también para sus pueblo”, afirmó Peskov, le señaló a la agencia TASS.