El aeropuerto de la isla española de La Palma recibió su primer vuelo tras la paralización el fin de semana por la erupción del volcán Cumbre Vieja
El aeropuerto de la isla española de La Palma recibió este miércoles su primer vuelo tras la paralización el fin de semana por las cenizas del volcán Cumbre Vieja, cuya lava llegó al mar sin producir de momento los efectos que más se temían.
Por su parte, la gestora de los aeropuertos españoles, Aena, confirmó que era el primero desde que el aeropuerto quedó inservible.
Este miércoles se espera la llegada de más vuelos, todos procedentes de otras islas del archipiélago atlántico de las Canarias, según el sitio web de Aena.
La reanudación permitirá además agilizar la llegada de material a esta isla de 85 mil personas, de las que más de 6 mil tuvieron que abandonar sus hogares por la erupción del Cumbre Vieja, que entró este miércoles en su undécimo día.
La dirección del viento, portador de ceniza, determinará en gran parte el estado del aeropuerto, señaló Arnau Folch, vulcanólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los gases potencialmente tóxicos provocados por la caída al mar de la lava del volcán de momento representan un riesgo bajo para la población, dijeron las autoridades.
De todos modos, los expertos aconsejaron cautela.
La lava ha arrasado ya 656 edificaciones -no todas viviendas- y cubierto 268 hectáreas, según el sistema de medición geoespacial europeo Copernicus.
La Palma, cuya principal actividad económica es el cultivo del plátano, produce un tercio de los de las islas Canarias y «la cosecha actual está perdida por completo», se lamentó el presidente regional canario, Ángel Víctor Torres.
Los expertos calculan que la actividad puede durar varias semanas, incluso algunos meses.
Las dos erupciones precedentes en La Palma ocurrieron en 1949 y 1971, provocando la muerte de tres personas en total, dos de ellas por inhalación de gases.