A pesar de que los doctores comenzaron a liberar el gas de la pared intestinal del joven, mientras le suministraban medicamentos para ayudar a su hígado y tratar de estabilizar otros órganos vitales, varias horas después de haber llegado al hospital, falleció.
Un joven de 22 años, agotado por el calor sofocante que sentía, no dudó en tomarse 1.5 litros de Coca Cola en tan solo 10 minutos después. Un día después, tras 18 horas de intensos malestares y de tratamientos médicos, perdería la vida.
Cuando el joven chino arribó al Hospital Chaoyang Beijing con dolores intentos y severos en su estómago inflamado, habían pasado seis horas desde que se había tomado el refresco y su cuerpo tenía acumulado una gran cantidad de gas que hizo imposible que su hígado pudiera recibir oxígeno, explicó NY Post.
Los primeros estudios realizados en el centro médico arrojaron un diagnóstico preocupante al comprobar que padecía una isquemia hepática, una lesión provocada por el bajo suministro de oxígeno al hígado.