Un tema difícil de abordar es la situación que viven los reclusos en los penales, que muchas veces lo hacemos de lado, porque adelantamos que, no va a atraer la atención de los lectores ya que de manera consciente o inconsciente, marginamos ese sector compuesto por hombres y mujeres, seres humanos que esperan alcanzar la libertad para también cambiar sus hábitos.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador desde el inicio de su gestión propuso dar un giro en la forma de atender la inseguridad en el país, su política de “abrazos no balazos” fue criticada porque desde una mirada reduccionista no se combate con la fuerza al crimen, pero lo que realmente se busca es atacar las causas que propician el delito y restarle base social a la criminalidad.
Así es que, lograr una efectiva reinserción social forma parte de “combatir las causas” para que los penales dejen de ser “escuelas del crimen”, donde pareciera que los que ahí se encuentran obtienen una maestría y doctorado en delitos de todo tipo, incluso, se ha comprobado que desde ahí ejercen su influencia cometiendo delitos de extorción telefónica.
Afortunadamente en Veracruz la atención a las personas recluidas en los últimos tres años ha sido de respetar sus derechos humanos y garantizar la protección con el respaldo de diversos organismos oficiales y de la sociedad civil.
La Secretaría de Seguridad Pública ha diseñado y puesto en marcha una serie de acciones tendientes a consolidar la reinserción social de la población penitenciaria, recluida en los 17 centros estatales y el módulo de 72 horas.
Se han puesto en marcha programas educativos, actividades culturales y deportivas, atención médica, así como talleres de capacitación para el trabajo procurando dotar al recluso de herramientas que le faciliten su reintroducción a la sociedad una vez obtenida su libertad.
En el caso de las mujeres reclusas se ha puesto especial interés para que estén en las mejores condiciones, tanto de espacio como de atención médica, se les proporcionan programas educativos y de atención para sus hijos, así como proyectos productivos y mecanismos de autogestión económica.
Para los hijos de las reclusas se han habilitado espacios como las “bebetecas”, donde se brinda educación y actividades lúdicas para su sano desarrollo.
El objetivo que ha venido desarrollando la Secretaría de Seguridad Pública en esta materia, ha sido consolidar un nuevo modelo de reinserción social, más humano, más efectivo y que pone énfasis en las personas, porque se entiende que desde este ámbito, también se construye la paz en Veracruz. Más claro ni el agua.