De nueva cuenta, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se negó a dar su postura sobre la despenalización de las mujeres que abortan en la primera etapa del embarazo, que ayer fue aprobada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El martes 7 de septiembre, ministros de la SCJN invalidaron por unanimidad el artículo 196 del código penal del estado de Coahuila que imponía de uno a tres años de cárcel “a la mujer que voluntariamente practique su aborto o a la persona que le hiciere abortar con el consentimiento”.
La decisión de la Suprema Corte solo invalida el código penal del estado en cuestión, Coahuila, pero sienta un precedente obligatorio para todos los tribunales del país, que deberán fallar a favor de las mujeres de otros estados.
“Es una decisión del Poder Judicial, de la Suprema Corte que fue prácticamente unánime, que debe respetarse”, dijo esta mañana el jefe del Ejecutivo en su conferencia, desde Palacio Nacional.
Reiteró que sólo debe pronunciarse a favor de la decisión que tomó la SCJN, por respeto a la legalidad, pues recordó que juró cumplir con la Constitución cuando tomó protesta como Presidente, y debe cumplir su juramento.
“No debemos nosotros, en mi caso, tomar partido porque hay posturas encontradas, yo no debo en este caso pronunciarme más que en favor de lo que ya resolvieron los ministros de la Suprema Corte, tenemos que ser respetuosos de la legalidad”, dijo.
El aborto sólo está despenalizado en cuatro de los 32 estados del país: Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz, pero ahora, derivado de una impugnación que la extinta Procuraduría General de la República (PGR) hizo contra el Código Penal de Coahuila en 2017, la SCJN declaró inconstitucional la criminalización de la mujer que aborta y la del personal sanitario que la asiste con consentimiento.
Con información de Radio Fórmula y EFE