Cerca de 500 agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), Ejército y la Guardia Nacional desintegraron parcialmente una caravana de migrantes que partió el sábado, 28 de agostos, desde Tapachula, Chiapas -frontera con Guatemala-, con destinó a Estados Unidos.
El operativo fue implementado este lunes, 30 de agosto, en el tramo carretero cercano al municipio de Mapastepec, también en el estado de Chiapas, donde los migrantes rompieron tres cercos que instalaron los agentes de la Guardia Nacional con equipos antimotines.
Durante su travesía y en pleno operativo, los migrantes -unos 700- lanzaron piedras y palos a las fuerzas militares, que intentaron detenerlos a unos siete kilómetros de Mapastepec. Sin embargo, lograron llegar hasta el municipio aunque ya cansados y débiles tras los tres días de camino.
En ese tramo carretero, los migrantes colocaron barricadas con piedras y troncos, para evitar el avance de las fuerzas de seguridad que no habían podido detener el avance de esta primera caravana. Sin embargo, kilómetros más adelante se encontraron con un nuevo cerco de seguridad y decidieron adentrarse a la maleza y las montañas de esta localidad.
Esta primera caravana de migrantes se ha enfrentado con las fuerzas mexicanas que buscan evitar su avance a Estados Unidos.
En el lugar fueron interceptados unos 120 migrantes entre ellos niños, familias completas y hombres de distintos países que salieron de Tapachula hace tres días. Los migrantes que superaron la contención y llegaron hasta Mapastepec recibieron atención médica y comida y agua por parte de organizaciones promigrantes.
Segunda caravana
Este lunes, una nueva caravana, de unos 600 migrantes haitianos, cubanos, venezolanos, hondureños y salvadoreños, partió también desde la ciudad de Tapachula con rumbo a Estados Unidos.
Los migrantes caminaron desde la primera hora de ayer unos 20 kilómetros desde Tapachula hacia la carretera que conduce a Huehuetán; es decir, unas 5 horas bajo los fuertes rayos del sol.
Esta es la segunda caravana que ha emprendió su viaje caminando en menos de tres días tras la salida de una primera con alrededor de 700 personas que buscan ir a Estados Unidos.
El domingo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó, precisamente en un acto desde Chiapas, que su Gobierno seguirá “conteniendo” la migración, si bien pidió a Estados Unidos “soluciones de fondo”.
El flujo migratorio aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos, por lo que el entonces presidente Donald Trump presionó a México para que los frenara.
Cuando el presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca suspendió el programa “Permenecer en México” de su antecesor, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar su audiencia desde territorio mexicano, miles de los cuales quedaron varados en campamentos fronterizos.
Con ello, el flujo migratorio volvió a repuntar de manera que Estados Unidos detuvo el pasado julio en su frontera sur a 212 mil 672 indocumentados, la cifra más alta en 20 años.
Además, el pasado martes, el Tribunal Supremo de Estados Unidos avaló la orden de un juez que restableció el programa “Permanecer en México”.
Con información de EFE