CIUDAD DE MÉXICO.- Policías capitalinos agredieron a alcaldes electos de oposición cuando éstos pretendían entrar al Congreso e incluso Lía Limón García, de Álvaro Obregón, terminó con la cara ensangrentada.
Los agredidos forman parte de la Unión de Alcaldes de Ciudad de México (UNA-CDMX).
Aun ensangrentada Lía intentó calmar a sus compañeros, dado que Sandra Cuevas Nieves, alcaldesa electa en Cuauhtémoc, intentó librar la valla metálica.
A su vez, Tania Larios Pérez, diputada electa del PRI, entre sollozos denunció que los policías le robaron su celular y la golpearon.
Mauricio Tabe Echartea, alcalde electo de Miguel Hidalgo, acusó a los policías de darle toques eléctricos y golpearlo.
Acusan a Claudia Sheinbaum de sitiar el Congreso
Los hechos iniciaron como a las 9:00 horas, luego que concluyeron una conferencia de prensa los alcaldes electos.
Ahí aseguraron que no intentarían llegar al Congreso local «porque la jefa de Gobierno (Claudia Sheinbaum) sitió el recinto para impedirnos llegar».
Concluida la conferencia, los nuevos alcaldes se reunieron ante el monumento de El Caballito, donde realizaron el evento, donde desayunaron tranquilamente.
Nadie sabe quién decidió trasladarse al Congreso local, donde una hora después comenzaría la sesión extraordinaria, para entregar un documento a los diputados locales, pero los policías se los impidieron.
Desde las 4:00 horas los agentes cerraron las calles aledañas al Congreso, pues se temía que llegaran manifestantes para protestar por los 19 puntos que discutirían en sesión extraordinaria.
Tras la agresión a ocho de los nueve alcaldes electos –Margarita Saldaña, de Azcapotzalco, en su papel de diputada local le fue permitido el acceso–, el secretario de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, anunció que la policía les permitiría el acceso a los integrantes de la UNA.
En entrevista con Aristegui Noticias, Lía Limón señaló que la golpearon en la nariz con uno de los escudos de los policías que resguardaban el Congreso CDMX.
«Nos dieron duro a todos»
Indicó que terminando la conferencia intentaron entrar a Donceles para dialogar con los diputados de manera pacífica, pero los agredieron.
«Se supone que en la ciudad ya no había granaderos… A quien afectan es a los ciudadanos, esto que sucedió hoy es inadmisible, daña la vida democrática».
«Nos dieron duro a todos, esto no nos va a detener, nosotros vamos a gobernar para hacer nuestro trabajo», advirtió.
