Por: Martín Suárez
Lamentable situación se vive este fin de semana en Coatepec con la desaparición de César Julián Herrera, costarricence casado con la hija de Andrés Cuevas Melo y mismo que esta tarde en rueda de prensa en Xalapa señaló como responsables de la desaparición a elementos de la Fuerza Civil.
En su exposición ante medios de comunicación, Andrés Cuevas dio detalles de lo ocurrido la tarde de este viernes en unos condominios ubicados en la calle Anáhuac esquina El Mirador.
Cuevas Melo, afligido, consternado, pidió al gobernador del estado su ayuda para lograr el esclarecimiento del hecho así como la pronta localización de su yerno, agregando que, por ser de origen costarricense la embajada de aquél país podría emitir una queja ante el Gobierno del Estado de Veracruz “por el atropello de sus garantías individuales”.
En la rueda de prensa, junto a Andrés Cuevas Melo, se encontraba su hijo, Andrés Antonio Cuevas Chena, quien agregó que los policías, durante el operativo se llevaron equipos de video con un valor superior al millón y medio de pesos, al tiempo que dijo confiar en las autoridades para el esclarecimiento del caso y para que se haga justicia.
Que se haga justicia, si el yerno de Andrés Cuevas fue detenido por una orden judicial, que se dé a conocer.
Es muy lamentable lo ocurrido este viernes… pero no tanto como lo ocurrido el 30 de enero del 2013, cuando otra familia se lamentaba y lloraba el deceso de un jovencito, destacado deportista.
Se trató de Rafael Gabriel, de tan sólo 15 años, quien murió pasadas las ocho de la noche vistiendo el uniforme de los Halcones UV, pues cuando salía de su entrenamiento en la USBI fue atropellado por un menor de edad que conducía a toda velocidad por el Circuito Presidentes.
En ese entonces, el Junior responsable conducía un precioso Honda deportivo color rojo, claro… último modelo y claro! Se lo había dado su papá.
Ese junior conductor de apenas 17 años, era precisamente Andrés Antonio Cuevas Chena quien una hora después se convirtió en homicida pues el joven deportista no resistió las lesiones producidas por el brutal impacto contra el frente del auto Honda.
Andrés Cuevas Chena fue intervenido por elementos policiacos, pero en breve fue puesto en libertad.
El entonces junior «la libró».
Hoy, ese homicida y su padre, claman justicia y dicen confiar en las autoridades.
Hoy, acusan que el operativo fue ilegal y acaso es posible tengan razón.
Hace ocho años, otra familia también lloraba por la desaparición para siempre de su hijo.
Ahora, ojalá que aparezca sano César Julián, ojalá que las autoridades esclarezcan éste caso y todas la ilegalidades como la ocurrida en el 2013. Ojalá que se haga justicia.