Se atiende a población en general, se consulta a pacientes con síntomas, se les da tratamiento y suministra terapia de suero y hasta oxígeno
En Culiacán, Sinaloa, una jefa de Salud municipal habilitó en su domicilio un sitio conocido como ‘El Covitario’, donde se da consulta a los pacientes con síntomas, tratamiento y hasta oxígeno en caso de ser necesario.
Todas las mañanas, afuera del domicilio de la colonia Rosario Uzarraga de Culiacán, al menos 80 personas hacen fila. Todos presentan síntomas o están contagiados de COVID.
El lugar es propiedad de Martha Alicia Torres, doctora internista y directora de Salud municipal en la capital sinaloense. Cuenta que decidió salir a atender a las personas que trabajaban en el ayuntamiento desde hace más de un año que inició la pandemia.
“Es un covitario del Ayuntamiento municipal que nació ante la necesidad de cómo se nos vino la ola de COVID, la primera ola de COVID en el 2020”, dijo Marta Alicia Torres, directora de Salud en Culiacán, Sinaloa.
Hoy, en el llamado Covitario, se atiende también a población en general. Aquí se consulta a los pacientes con síntomas, se les da tratamiento, se les suministra terapia de suero y se les trata de estabilizar con oxígeno cuando sus cuadros son graves. A la fecha se ha atendido a cuatro mil personas.
“Esta sala es como la sala donde tenemos a los pacientes que están en condición de gravedad, que tienen una neumonía con una fase lo que denominamos médicamente fase trombótica”, insistió Marta Alicia Torres.
Édgar Villa dice que en su casa se han contagiado cuatro personas en esta tercera ola. Asegura que prefiere acudir al covitario que a cualquier otro sitio.
“En los centros de salud es estar esperando, está saturado, a veces malos tratos”, refirió Edgar Villa, familiar de paciente contagiado de COVID, Sinaloa.
La mayoría de quienes atienden son voluntarios como Rocío Gastelum, enfermera en el Hospital General de Culiacán que desde hace un mes acude en sus ratos libres a ayudar al Covitario. Llegó ahí, dice, cuando dos familiares se infectaron.
“Fue así como empecé, vine a sacar la ficha y me quedaba de voluntaria. Sé que es riesgo pero tratamos de protegernos lo mejor que podemos”, destacó Rocío Gastelum, enfermera y voluntaria en el Covitario de Culiacán.
La doctora Torres sostiene que el covitario ayuda a quitarle presión al sistema de Salud estatal porque los pacientes se aíslan y atienden en casa y que mientras dure la pandemia, esta será su principal ocupación.
“Podemos demostrarles a los sistemas de salud públicos que con poco se puede hacer mucho”, concluyó la doctora Marta Alicia Torres.
