Enrique Yasser Pompeyo
Cuando un familiar, un amigo o una persona cercana se contagia de covid-19, la percepción de la enfermedad cambia.
Sólo así hay quienes toman en serio la pandemia que ha cobrado la vida de miles de personas en el mundo.
Aunque las autoridades de los tres niveles de gobierno continúan con los exhortos para reforzar las medidas sanitarias de prevención, desafortunadamente hay quienes todavía hacen caso omiso.
En el estado de Veracruz, hasta el corte de este miércoles, la Secretaría de Salud había reportado 69 mil 846 (+ 493 nuevos) casos confirmados de covid-19, de 162 mil 042 eventos analizados.
Los fallecimientos eran 10 mil 277 (+ 6 nuevos), mientras que se contabilizaron 80 mil 688 resultados negativos y 11 mil 508 sospechosos acumulados.
Lo peor es que algunas personas siguen sin utilizar cubrebocas, caretas, gel antibacterial y acuden a lugares concurridos.
Para agravar el escenario, el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicas (INDRA) confirmó que en la entidad veracruzana ya existen las variantes de covid-19 conocidas como Épsilon, Lambda, Alpha, Gamma y Delta.
El tema se complica porque, de acuerdo con el sindicato del Seguro Social, ha aumentado la ocupación hospitalaria en las áreas específicas para atender a las personas contagiadas.
Mientras, las vacunas llegan a cuentagotas y hay quienes todavía esperan que se les aplique la segunda dosis.
De ahí la importancia de extremar precauciones y aunque el nuevo decreto emitido por el gobierno establece medidas que no gustan a muchos son necesarias para evitar que se dispare la tercera ola de contagios.
Por ello, no se debe relajar las medidas. La responsabilidad, al final, es de cada ciudadano, de cada veracruzano.
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