El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, se reunió la tarde de este martes con el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Villanelo, para presentar las supuestas pruebas de una “narcoelección” celebrada el pasado 6 de junio en la entidad.
El mandatario estatal entregó los documentos que, según él, muestran que Morena se coludió con el crimen organizado para ganar la gubernatura de la mano del candidato Alfredo Ramírez Bedolla.
“Durante la reunión el Gobernador de Michoacán le entregó al presidente del INE un documento en el que hace algunas propuestas que, desde su punto de vista, podrían mejorar y blindar los procesos electorales del futuro”, se limitó a decir el INE en comunicado.
Aureoles señaló que la reunión fue amplia y productiva sobre la “narcoelección” que vivió la entidad el primer domingo de junio, además de platicar sobre algunas formas de replantear el actual modelo electoral.
“Esto porque todo lo que se ha construido a lo largo de nuestra historia, las reformas constitucionales y las instituciones, termina el día de la jornada electoral cuando la delincuencia organizada decide por quién vota la gente en función de sus intereses.
“Y no puede dudarse de que lo están usando como instrumento para controlar municipios y gobiernos estatales; también están pensando en cómo en el 2024 poner al presidente de la República”, señaló al concluir la reunión.
Aureoles insistió en que esto va más allá de impugnar una elección estatal por malas prácticas, pues dijo está en juego el futuro de la democracia en México y que el país se convierta en un “narcoestado”.
Cabe recordar que el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha negado a recibir al último gobernador perredista para que le presente las supuestas pruebas. El jefe del Ejecutivo ha dicho que no le corresponde a él revisar esa información, además que debe cuidar la investidura presidencial.
El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, tampoco recibió al mandatario estatal, aunque éste sí pudo entregar una carpeta con las “pruebas” en las oficinas del máximo tribunal.
La única autoridad federal que había recibido a Aureoles era el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.