El ex policía blanco Derek Chauvin, declarado culpable del asesinato del George Floyd, fue sentenciado a 22 años y medio de prisión en Estados Unidos. La pena fue dictada por el juez Peter Cahill en un tribunal de Minneapolis, Minnesota.
Chauvín se dirigió a la corte brevemente para anunciar su renuncia a declarar y aprovechó para dar sus “condolencias a la familia de Floyd” y deseó que en el futuro “todos tengamos paz mental”.
En los memorándums de sentencia, entregados por ambos bandos, los fiscales pidieron una condena de 30 años, sobre la cual insistieron en la audiencia de hoy, mientras que la defensa pidió “libertad condicional por tiempo cumplido” y no separarse de “las pautas de sentencia que dicta el estado”.
«Cometió un asesinato brutal», «traumatizó» a los allegados de su víctima y «generó un shock en la conciencia de la nación», dijeron los fiscales en documentos transmitidos previo a la audiencia.
Por parte de Chauvin habló su madre, Carolyn Pawlenty, quien recordó los 19 años que su hijo Derek “había entregado a servir a la policía de Minneapolis”. Negó las versiones que tachan a su hijo de racista y dijo que era alguien «callado y de gran corazón”.
“Mi momento más feliz fue cuando naciste”, dijo la mujer y después reiteró que siempre va a estar apoyándolo al igual “que las miles de personas que han escrito alrededor del mundo que creen en tu inocencia”. Fue el único momento en que Chauvin pareció inquietarse y se movió en su silla, mirando un momento al piso.
Vestido de traje y corbata gris claro, Derek Chauvin escuchaba atento debajo de su cubrebocas azul. El pasado 20 de abril fue hallado culpable de cargos que incluyen asesinato en segundo grado y homicidio culposo.
Otro de los fiscales, Matthew Frank, dio las gracias a todos los que testificaron y ayudaron en el caso, incluidos “miembros de la policía de Minneapolis” a la que pertenecía el acusado. Frank dijo que el asesinato de Floyd no era uno de “segundo grado no intencional común” ya que la premeditación usada por el ex policía desmiente esa etiqueta.
“El amaba ser policía porque amaba a su trabajo y ayudar a las personas”, dijo en su turno el abogado de Chauvin, Eric Nelson, quien recordó que su defendido era el “producto de un sistema roto” y recordó a la audiencia que “nunca violó la ley anteriormente”. Dijo al juez Cahill que las pautas de sentencia, en Minnesota, que dan 15 años a crímenes como el que cometió Chauvín, “estaban ahí para algo”.
Algunas personas se congregaron afuera del tribunal en Minneapolis, donde no estaban los soldados desplegados durante el juicio de ocho semanas. Dwayne Johnson, un afroamericano de 51 años, estimó que Chauvin merece 40 años de cárcel y que espera que el fallo permita a su ciudad pasar esta página oscura para siempre.
La ley del estado de Minnesota establece una sentencia mínima de 12 años y medio de prisión para Chauvin, encarcelado desde que fue declarado culpable de homicidio en abril.
El juez Peter Cahill identificó circunstancias agravantes que consideró al momento de emitir la sentencia.
El magistrado consideró que Chauvin había «abusado de su posición de confianza y autoridad», que había tratado a Floyd con «especial crueldad» frente a menores y que «cometió el crimen como grupo con la participación activa de al menos otros tres» policías.
Paralelamente, el juez Cahill rechazó un pedido presentado por la defensa para un nuevo juicio ante dudas sobre la imparcialidad de algunos miembros del jurado, al considerar que «no pudo probar» sus acusaciones.
El veredicto y la condena marcan un hito en la historia moderna de los Estados Unidos, donde cada año mueren por violencia policial mil 100 personas en promedio al año. Ejercicios realizados por medios como el Washington Post (que en el 2019 contabilizó mil 42 muertes por esa causa) o The Guardian (que registró mil 146 en 2015 y mil 93 en 2016) muestran además que en la mayoría de los casos los crímenes quedan impunes pues a los policías suelen contar con la protección de poderosos sindicatos.
El concepto llamado “miedo razonable” que perpetúa la argucia legal conocida como “inmunidad calificada” bloquea las sanciones contra agentes y funcionarios locales y federales en general.
Esta figura surgió en 1986 durante un caso de brutalidad policiaca donde se alegó que “el uso de la fuerza letal para efectuar un arresto legal o evitar una amenaza física”, les sería permitido a los oficiales de policía porque estos deben tomar «decisiones de una fracción de segundo en situaciones donde su vida corre peligro”. Eso salida legal, además de que les ha permitido eludir a la justicia ha alentado que los cuerpos policíacos continúen usando la violencia como método y no como excepción.
Por eso el proceso y los 22 años y medio dados a Chauvin, son del mismo modo una excepción frente a los miles de policías que quedan impunes en los asesinatos cometidos en el ejercicio de su profesión.
El asesinato de George Floyd
Hace exactamente 13 meses, Chauvin y tres colegas arrestaron a Floyd, de 46 años, bajo la sospecha de que había pasado un billete falso de 20 dólares en una tienda de Minneapolis. Fue esposado e inmovilizado contra el pavimento en medio de la calle.
Luego, Chauvin se arrodilló sobre el cuello de Floyd durante casi diez minutos, indiferente a las súplicas de la víctima y de los angustiados transeúntes, e incluso cuando el pulso del hombre de unos cuarenta años se desvanecía.
La escena, filmada con un celular y subida a las redes por una joven, rápidamente se volvió viral y desencadenó manifestaciones en distintas partes del mundo.
Chauvin es declarado culpable por el asesinato de Floyd
En ese contexto, el juicio de Chauvin fue seguido de cerca desde marzo por millones de personas en todo el país.
Durante semanas, la escena del crimen fue revisada desde todos los ángulos, fueron escuchados los testimonios de los testigos y de las partes y desfilaron por la sala de juicio una cantidad inédita de policías, en su mayoría para denunciar la actitud de su excolega.
De su lado, el abogado del ex policía, Eric Nelson, insistió en que Chauvin había seguido los procedimientos policiales vigentes en ese momento y que la muerte de Floyd se debió a problemas de salud agravados por el consumo de drogas.
Los miembros del jurado no quedaron convencidos y tardaron menos de diez horas en declararlo culpable. Su decisión fue recibida con alivio en todo el país, pues muchos temieron que una absolución condujera a peores disturbios con la exoneración, una vez más, de un policía blanco.
Pero Nelson no cambió su estrategia de defensa y dijo que su cliente cometió «un error de buena fe» y solicitó una sentencia reducida al tiempo ya cumplido, lo que permitiría que su cliente fuera liberado de inmediato.
También advirtió del riesgo de que su cliente, quien fue encarcelado tras el anuncio del veredicto en un establecimiento de alta seguridad, sea asesinado en prisión.
Cualquiera que sea la decisión judicial, la defensa planteará una apelación.
Pero el caso no termina con Chauvin: sus tres ex colegas serán juzgados en marzo de 2022 por cargos de complicidad en homicidio por la justicia de Minnesota.
Además, los cuatro hombres también enfrentan cargos federales por violar los derechos constitucionales de Floyd. Sin embargo, aún no se ha fijado una fecha para ese juicio.
Tomado de Milenio.