La orden de los operadores panistas fue tajante: «Como empleados del ayuntamiento de Veracruz están obligados a ir a la marcha en apoyo del patrón Miguel. Cada uno tiene que llevar forzosamente a cuatro familiares para que hagan bola y se vea mucha gente. Quienes no lo hagan se atendrán a las consecuencias (…)
El protocolo para participar es el siguiente –les dijo el promotor yunista– deberán tomarse una selfie grupal: un empleado y cuatro familiares, cuando lleguen al punto que se les indicará. Dependiendo del cruce que tengan como punto de partida, tomarán otra foto a medio recorrido. Y ya al final de la marcha, otra más»…
El propósito de tales instrucciones era obligar a que los empleados municipales participaran en toda la marcha, sin salirse anticipadamente de la misma, para garantizar multitud en la foto que más tarde distribuirían a los medios…
¿Cuál sería el costo de no acatar las instrucciones? Por supuesto: perder la chamba en el ayuntamiento… «O se la juegan con el patrón o perderán la chamba de inmediato», les advirtió en tono temerario el enviado del alcalde en funciones…
Por cierto, quizás como señal de mal presagio, pero al encargado del dron para grabar la enorme megalomanía de “Miguel Chiquito”, se le cayó dicho aparato en plena marcha… Fucking bad luck!
