A doce días de concluir las campañas, en Xalapa ya es claro quién se rezagó y ante la franca caída, recurre al ataque virtual vía redes para -como último intento- tratar de menoscabar la popularidad del puntero, Ricardo Ahued, candidato a la presidencia municipal de Xalapa por la coalición “Juntos Haremos Historia”.
Esos obstáculos en una competencia política son muy conocidos, pero a estas alturas ya no les funcionan más que de desahogo a sus frustraciones, lástima que rebajen el nivel de ese contendiente que, con esa desesperación reconoce que ya no avanzó ni avanzará en 14 días que quedan de campaña.
Esa guerra sucia es tan obvia que nadie se las cree, por el contrario, es fácil observar de donde vienen esos ataques infundados.
La definición la vamos a conocer el 6 de junio, con la participación de la ciudadanía que saldrá a votar y que desde hoy está convencida de lo que realmente conviene a Xalapa.
El Plan de trabajo, en caso de que obtenga el triunfo Ricardo Ahued, se pondrá en práctica desde el primer día de gobierno, porque los trámites para obtener los recursos se han venido estudiando y el equipo técnico y administrativo sabe cuáles serán los pasos a seguir, porque conocen a los responsables de las dependencias e instituciones que tienen afecto y reconocimiento por el próximo alcalde.
Los xalapeños saben los alcances que tiene el abanderado de Morena. Conocen de su buena relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez.
Después de haber participado en cuatro campañas políticas para obtener cargos de elección popular, a Don Ricardo, como muchos lo conocemos, no le preocupan esas acciones que con ofensas piensan que lo pueden afectar. A estas alturas nada lo detiene.
