El 21 de marzo se considera el fin del invierno y —como cada año— será el momento en el cual el ciclo natural de la vida vuelva a comenzar. Aunque el equinoccio de primavera determina qué día y a qué hora inicia dicha estación del año de manera oficial.
Su llegada implica la mayor presencia de luz debido a que el sol está justo sobre el plano del ecuador de la tierra. Esto hará que el día y la noche tengan la misma duración en todo el mundo. De ahí su nombre, que deriva del latín aequinoctium ‘noche igual’.
Cada año este fenómeno astronómico suele variar: ocurre entre el 19 y 21 de marzo, cuando el sol alcanza el punto más alto en el cielo. Es el caso contrario del solsticio, momento en el cual el sol se encuentra en su punto más inclinado dando paso a la noche más larga en el invierno; así como el día más largo en verano.
