Al menos 19 niños marcharon por primera vez formalmente como policías comunitarios, en Guerrero.
Los mayores de 12 años portan escopetas, los menores toman palos de madera con forma de rifles, pues se están adiestrando para formar parte de la guardia civil.
Un niño policía comunitario dice que es un honor hacer, pues defiende a sus compañeros.
Por su parte, Bernardino Sánchez, comandante de la policía comunitaria, dice que “se vieron obligados de tomar las armas, los más grandecitos ya traen armas de .22 escopeta para poderse defender, porque los mandan a cuidar a sus padres y resulta que a veces los quieren secuestrar, por lo menos llevan su arma para defenderse”.
Son 17 niños de la comunidad de Ayahualtempa y dos de Xochitempa, quienes integran el grupo de menores de edad en la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Fundadores (CRAC-PF).
Ellos salieron junto a los grandes para respaldar y dar seguridad a la comunidad de Alcozacán, de donde eran originarios los 10 hombres indígenas asesinados el pasado viernes. Cinco de ellos calcinados y cinco más desmembrados.
Caminaron cerca de 20 minutos desde el centro de la comunidad hasta el crucero de Alcozacán en donde desde el pasado viernes los pobladores mantienen un bloqueo carretero.
En ese lugar mostraron su adiestramiento. En ese lugar en el que se encuentran las mujeres que quedaron viudas tras el asesinato de los 10 hombres.