Un encuentro con la historia, si usted visita la Hacienda Zimpizahua

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Xalapa, Ver.- Se acercan las vacaciones de fin de año y vale la pena que usted sepa de otra alternativa para disfrutar la región Xalapa; en esta ocasión me voy a referir a la Hacienda Zimpizahua, que se localiza a tan solo cinco minutos del Pueblo Mágico de Coatepec.

Desde la entrada se comienza a disfrutar el paisaje lleno de vegetación, un acueducto construido hace más de tres siglos y que todavía funciona, jardines llenos de flores, un estanque y la caída de agua que llega de los nacimientos de ahí mismo.

El acueducto se construyó para traer el agua de esos manantiales y al mismo tiempo para que diera movimiento a una turbina Pelton, (rodete o rotor) dotada de cucharas en su periferia, las cuales están especialmente colocadas para convertir ese movimiento en energía, por el chorro de agua que cae sobre esos baldes y dan movimiento a la enorme rueda, con lo que hacían la molienda de la caña, porque en esa época (1547) no había energía eléctrica.

Desde el 21 de marzo de 1990, la gran hacienda se convirtió en hotel y restaurante, con un enorme salón de fiestas, atendido de manera personal por su propietario, Erick Alcántara Ceballos, con quien platiqué los detalles de la historia de esta joya de la arquitectura, que los veracruzanos tenemos a la mano.

El abuelo de este joven empresario fue el Mayor Joaquín Alcántara Tolentino, que se desempeñó en el Primer Ejército Constitucionalista, al lado del general Venustiano Carranza y fue él quien después de ejercer el cargo de Administrador General de Las Islas Marías, adquirió en subasta este inmueble.

Erck Alcántara Ceballos nos dice que aún conserva el nombramiento oficial, con la firma del Varón de Cuatro Ciénegas, Venustiano Carranza y que fue en el año 1929 cuando su abuelo adquirió esa finca, que luce preciosa para descansar, para hacer un paseo familiar y disfrutar los alimentos que ahí preparan.

Esa región se caracteriza por la producción de café que se cosecha a más de mil 200 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en Café de altura, que es altamente cotizado por lo que ahí, en esas instalaciones, puede disfrutar el aromático con el pan, las frutas y verduras que se elabora y cultivan en esas tierras fértiles.

Toda la amplia carta de alimentos vale la pena disfrutarla, además de que en el mes de diciembre el clima se vuelve frío, con una ligera neblina que nos envuelve en las celebraciones de las fiestas de Navidad y Fin de Año. Más claro ni el agua.