La RAE resuelve en Twitter todo tipo de dudas sobre la lengua. El viernes pasado respondió a la pregunta de un usuario acerca del uso de «puto»: cuando “se emplea como prefijo intensificador (uso propio de la lengua juvenil de España y no recomendable en la lengua formal), se escribe unido a la base”, como en “me putoencanta” y “es putodivertido”.
La respuesta pasó medianamente desapercibida hasta este martes, cuando (una vez constituidas las Cortes) Pablo Iglesias la compartió, acompañada del mensaje: “La RAE putomola”. Este tuit ha tenido miles de reacciones y comentarios
Obviamente, las palabras “puta” y “puto” llevan siglos en el diccionario: ya aparecen en el de Autoridades de 1737. La RAE ha registrado su uso primero como sustantivo y después como adjetivo intensificativo o minimizador, como en “la puta verdad”, “qué puto golazo” o “no tiene ni puta gracia”. Ya aparece con estos usos en su Gramática publicada en 2009.
Lo novedoso es que se hable de su uso como prefijo intensificador. Como lleva apuntando la RAE en Twitter desde marzo de este año, en estos casos se trata de un elemento átono, antepuesto a adjetivos, adverbios o verbos, con el valor de “muy” o “mucho”. Es decir, es un intensificador similar a “super” o “hiper”.
El diccionario tampoco recoge aún el uso de «puto» como adverbio, que es parecido y que la entidad también había comentado en su cuenta de Twitter. En este caso la palabra es tónica y antecede a un adjetivo o un adverbio. Su uso es similar al de “muy”: “Está puto lejos”. Aquí no es un prefijo unido a la palabra (superlejos), sino un adverbio independiente (muy lejos).
Este «puto adverbial» no es nuevo. En enero de 2015 hablábamos enVerne de un estudio, titulado Holi en Tuiter hablamos raro un besi: la variación lingüística en Twitter, que recogía ejemplos del como «está puto nevando» y «es puto difícil». Hay tuits de 2013. Este trabajo es obra de las lingüistas Carola de Benito y Ana Estrada.
Lo cierto es que la RAE no nos da permiso para usar ciertas palabras, sino que se limita a recoger su uso. La entidad confirma a Verne que «no estaba diciendo que lo acepta ni recomienda su uso, solamente es una descripción de cómo funciona la lengua». Todas las acepciones de «puto» y «puta» están marcadas en el diccionario como “malsonantes”, igual que ocurre con el resto de tacos. Que se incluyan insultos en el diccionario no quiere decir que sean “correctos” o que estén “putobien dichos”, sino simplemente que los hablantes usamos estas palabras.
En el diccionario no solo hay formas estándares y sin marcas, también hay palabras malsonantes, vulgarismos y formas en desuso, como «almóndiga» y «ansina». Así, alguien que desconozca el significado de estas palabras y se las encuentre en un texto (una persona que esté aprendiendo el idioma o un lector de dentro de 300 años, por ejemplo), podrá saber lo que significan y lo que se quería expresar con ellas.
Es decir, si dices «puto» en una reunión de trabajo y te llaman la atención, la excusa de “es que la RAE lo admite” no te va a servir de mucho. Créeme, lo he probado.