La Suprema Corte de Estados Unidos, dominada actualmente por los conservadores, respaldó la decisión del gobierno de Donald Trump de detener a migrantes indocumentados con antecedentes penales y que podrían ser sujetos de deportación.
En una decisión dividida por 5 votos contra 4, los jueces indicaron que las autoridades federales pueden detener a los indocumentados en cualquier momento y manera indefinida, mientras el Departamento de Seguridad Interior (DHS) presenta un caso en su contra.
Actualmente, la ley migratoria federal señala que el gobierno puede detener a los migrantes con antecedentes “cuando son liberados“, por lo que defensores de los derechos civiles argumentaban que la ley aplicaba únicamente cuando los migrantes salían de la cárcel, mientras que el gobierno de Trump defendía que las detenciones podrían ocurrir en cualquier momento.
Al respecto, el juez Alito, del grupo mayoritario, afirmó que no es deber de la Suprema Corte imponer un límite de tiempo para que los migrantes sean detenidos tras cumplir una sentencia en prisión, además de indicar que “los deberes de un oficial es mejor que se realicen tarde que nunca”.
Añadió que la sentencia previa de la Corte de Apelaciones del distrito 9 de San Francisco en la materia “volvían una burla” las leyes federales de migración. La corte menor señaló en 2016 que los migrantes con antecedentes que no eran detenidos inmediatamente después de su liberación por autoridades federales no podían ser retenidos de manera indefinida, además de que tenían derecho a una audiencia de fianza.
Mientras tanto, los 4 jueces que votaron contra esta conclusión se preguntaron qué pretendía al Congreso al permitirle al gobierno un poder de este tipo, además afirmar que la conclusión de la Corte “plantea severos problemas constitucionales“.