Clausuran construcción de fraccionamiento Mandara en Riviera Veracruzana

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Alvarado, Ver.- El mediodía de este martes, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), procedió a colocar sellos de clausura en el predio donde se desarrollaría el proyecto residencial Mandara, en la Riviera Veracruzana, en atención a lo dispuesto por la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.

De acuerdo con las denuncias presentadas por grupos ecologistas, el proyecto atentaba contra la vida de más de 100 especies animales, entre ellas aves migratorias, y otras protegidas por la Norma Oficial Mexicana en la materia, además de que ahí se ubica una laguna que es vital en el mantenimiento del equilibrio ecológico del sitio, y que ya había sido manipulada por la empresa constructora, lo cual constituye un delito.

Cabe señalar que hace unos días, las autoridades de la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente (PMA), ya habían hecho lo propio por las mismas razones, advirtiendo que claramente la desarrolladora del proyecto había falseado el Manifiesto de Impacto Ambiental para que las autoridades ambientales concedieran los permisos correspondientes, lo que podría constituir un caso de corrupción que también se estaría investigando.

La constructora de Mandara también ha sido denunciada por los habitantes del fraccionamiento Lomas Residencial quienes en días pasados, en una carta abierta dirigida a autoridades federales, estatales y municipales, hicieron del conocimiento público la campaña de hostigamiento y agresiones que han sufrido de parte de la inmobiliaria, que en tres ocasiones ha irrumpido de manera arbitraria en dicho fraccionamiento, causando daños a la propiedad privada, así como zozobra entre las 700 familias que ahí habitan.

El conflicto se deriva de que la empresa constructora no cuenta con un acceso propio para su proyecto, por lo que reclama el derecho de vía a través de este fraccionamiento, mismo que en diversos dictámenes ya se ha establecido que es inviable, porque sus accesos y calles no podrían soportar el aforo de los residentes de los 1,700 lotes que pretendían edificar.