La ex delegada de la Policía Ministerial de Veracruz -cesada hoy- Carlota Zamudio Parroquín, reveló que en la Fiscalía de Veracruz existe influyentismo para dejar libres a delincuentes.
«Y nos acusan con nuestros superiores de manera injusta para salir librados de sus fechorías y quienes salimos perjudicados somos nosotros, porque no tenemos ni siquiera la oportunidad de ser escuchados antes de que ellos (los mandos) actúen y emitan una sanción al respecto o darnos de baja», lamentó Zamudio en conferencia de prensa para dar a conocer su cese.
La ex mando por 26 años en la Policía Ministerial fue dada de baja de su cargo sin ninguna explicación por parte de sus superiores.
«Sólo pido el porqué me están moviendo de mi cargo, quiero solicitar una explicación pública de por qué me están cesando de mi cargo, ni siquiera me están removiendo a otro cargo de igual categoría, me están cesando para darme cargo ahora de un elemento, cuando mi trayectoria laboral es de 26 años y dos meses donde he entregado mi vida», estableció.
La ahora ex ministerial manifestó que fue notificada mediante dos oficios firmados por el director de la Policía Ministerial, Pedro García Valerio y el Fiscal del Estado, Jorge Winckler, sin motivación ni fundamentación.
«Delincuentes me han ido a denunciar ante varias instancias, me han inventado cosas, ante la Fiscalía como Derechos Humanos, efectivamente, si hay una respuesta a este llamado (mensaje a medios) les van a decir que tengo procedimientos, efectivamente, los tengo y muchos de nosotros los tenemos, por actuar en el ejercicio de las funciones que el Estado nos ha conferido», dijo.
Zamudio encabezó la Delegación de la Policía Ministerial en la Zona Centro-Xalapa, que aglutina diez Distritos de la entidad.
«No estoy ya dispuesta a permitir que siga sucediendo esto, hablo por mí, no por los demás que les ha sucedido lo mismo y no han hecho nada al respecto; si anteriormente no ejercí ninguna acción, fue por tener la esperanza de que algún día existiera un cambio verdadero al interior de nuestra casa laboral, pero yo veo con profunda tristeza que no es así», lamentó.
«Al contrario, son más lo que cada día amanecen con el Jesús en la boca pensando en a ver a qué hora se les va a dar la gana correrlos».
Al mismo tiempo, la ex funcionaria reveló que en su vida corrió peligro por el crimen organizado.
«He estado a punto de morir a manos de la delincuencia organizada, de gente mala, que cuando se ven pisados en sus intereses vienen y nos perjudican inventándonos cosas, sin embargo, la verdad saldrá a relucir toda la vida», advirtió.
«¿A mí quién me repara el daño? Cuando delincuentes fueron a amenazarme siendo yo Ministerio Público en Tierra Blanca, se apersonaron a mi oficina gente armada, me amenazaron de muerte y nunca me escudé en nada ni en nadie porque siempre estuve sola, mi institución me dio la espalda y le dieron la razón al delincuente. Y a mi me mandaron a una zona muy lejana», reprochó.