Juan Carlos Osorio se ha vuelto la figura central de la polémica en la Selección Mexicana de Fútbol, no por le hecho de que México no ha tenido un buen verano en resultados, sino por la manera en la que se vienen dando los mismos desde su llegada al Tri.
El hecho está en que cada partido da una alineación diferente o pone jugadores que son centrales de lateras, o un delantero de volante o un volante de medio centro etc… cada partido es su sistema el darle rotación a jugadores que generalmente son banca y utilizarlos de titulares.
En su historia como técnico en el futbol, Osorio logró buenos resultados con su sistema de rotaciones, con el argumento de que da descanso a unos y les da oportunidad a los que están esperando su oportunidad y tienen hambre, el problema es que ese sistema le funcionó en torneos de 16 o más jornadas, pero en torneos que son de tres o cuatro partidos y que básicamente son de ganar o ganar, las rotaciones están siendo poco a poco la razón por la cual la afición, medios y varios directivos piden la cabeza del colombiano.
Según Osorio, las rotaciones son la manera más segura de tener con motivación a todos sus jugadores, ya que si juegan están contentos y lo hacen con más ganas, pero qué sucede si las rotaciones causan un mal funcionamiento del equipo pues no hay continuidad en el sistema de juego y resulta que el accionar de la escuadra no es la perfecta por tener seis o siete cambios en sus cuadros.
Hay técnicos que dicen que las rotaciones no son buenas, ya que no hay más garra o más pelea o hambre en el futbolista que se sabe jugará sin importar si entrenó o no bien si su rendimiento es el correcto previo a los partidos, si todos juegan, no pelean por ganarse un puesto y eso es digamos algo que pasa factura, todos los jugadores deben tener hambre y hacer el esfuerzo por jugar, pero al darle a todos un lugar, esto desaparecer y ya no hay esa búsqueda por ser indiscutible en un equipo.
La filosofía de Juan Carlos Osorio, lo ha llevado incluso a decir que mejor meter a este jugador en una posición solamente por medir en estatura más que otro jugador o que mejor dejar fuera al mejor jugador del equipo solamente por no pasar del 1.80, imagen si todos los entrenadores de Messi, pensaran igual, un Barcelona o Argentina sin Messi pues qué sería, o si Bilardo no pusiera a Maradona ante Inglaterra o Alemania, por ser chaparrito… se imaginan sin la mano de dios o el gran gol de media cancha en México 86.
Pues eso es lo que sucede en la Selección Mexicana, la cual por alguna u otra razón, rotaciones o pensamientos de talla física es que acomoda sus cuadros en los partidos, normalmente los resultados no son tan malos en los números, México tiene un pie en el Mundial de Rusia 2018, pero en partidos importantes o de eliminación, la escuadra nacional ha perido de manera deplorable con goleadas y siendo superado ampliamente por el rival y todos se dan cuenta que no es por el nivel de futbol, sino por el funcionamiento y la colocación de jugadores en lugares que no son naturales.
Lo sucedido ayer en Copa Oro, no es solamente el trabajo fallido de un entrenador para seleccionar jugadores, es un mal que se viene criticando desde que el Profe. Osorio llegó al banquillo nacional, si bien los números enmascaraban todo, ya se ha llegado a una situación crítica, la cual se está tomando con mucha seriedad en la FEMEXFUT, ya que los resultados en torneos cortos y partidos importantes no se está dando, pero hasta ahora solamente hay especulaciones y sin un pronunciamiento oficial del asunto, pero en el centro del huracán ya hay versiones de hartazgo por parte de dueños y directivos que buscan un cambio de timón urgente y quieren continuidad en la cancha, eso deja con un pie fuera al colombiano, pero lo peor es que es solamente a un año de la cita mundialista, poco o mucho tiempo para un nuevo timonel que regrese la tranquilidad al barco rumbo a Rusia 2018.